Semen

Hola amig@ lector del mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web bienvenidos a la sección “sexo y salud” ahora abordaremos un tema del que poco se habla porque culturalmente este término permanecía bajo un oscurantismo total, y me refiero al “semen” del cual verteremos información detallada esperando sea de utilidad en tu acervo cultural y educativo. Recuerda el correo electrónico a tu disposición en espera de tus dudas, comentarios y sugerencias: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras

El término semen o esperma, proviene del griego sperma, que significa semilla, está compuesto por espermatozoides (proveniente de los testículos) y plasma seminal (proveniente de glándulas vesicales, próstata y glándulas bulbouretrales), todos ellos elementos necesarios para la reproducción.1

El semen o esperma es un líquido viscoso y blanquecino que es excretado por el pene durante la eyaculación, ya sea al final del acto sexual o de la masturbación. El semen es producido por las glándulas del tracto urogenital masculino.

El semen humano ha protagonizado numerosas investigaciones científicas. También forma parte de los juegos eróticos en las parejas, y desde luego, diversos mitos han surgido al respecto, como por ejemplo, que tiene la propiedad del rejuvenecimiento del cutis a través de mascarillas.

Y es que aunque se caracteriza por ser una enorme fuente de proteínas, hasta el momento no ha sido motivo de una utilización industrializada para la elaboración de cremas o cosméticos.

Otro de los grandes mitos es que su ingestión provoca aumento de peso en quien lo deglute; y en efecto, se compone de proteínas y glucosa, pero sería en extremo difícil que pudiera provocar aumento de peso.

Es decir, la ingestión del semen no es perjudicial, a excepción de aquellos que sean portadores de alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS). Tragarlo e incluso degustarlo, depende los valores afectivos y eróticos de quien lo desee hacerlo.

Así mismo se cree que el semen con espermatozoides de un testículo produce varones, y el que lleva los del otro, mujeres. Esto es falso, ya que el sexo de un feto depende de los cromosomas. XX para hembras y XY en los varones.

Existen más mitos, como el creer que masturbarse con frecuencia, o a diario, ocasiona que se deje de producir semen para siempre. En un hombre sano el semen no desaparece nunca, ya que el cuerpo sigue produciendo todos los elementos necesarios que lo componen.

2En algunas culturas se le ha atribuido al semen propiedades especiales de masculinidad, hasta tal punto que en algunos pueblos del Pacífico Sur creían que la ingestión de semen por los adolescentes era necesario para adquirir la maduración sexual, incluso se cree igualmente que la fuerza de eyaculación y la cantidad del semen eyaculado son indicadores de virilidad, situación completamente falsa.

Por sus características físicas el semen, puede emplearse como sustituto de aceite para un masaje al momento de producir una eyaculación al término de la felación, o bien, utilizarlo como lubricante para penetrar analmente.

A pesar de que estamos en pleno siglo XXI, aún existe desinformación e ignorancia sobre esta “inmundicia corporal”, como era denominada en la edad media del Viejo Continente.

Sin embargo ya existen investigaciones científicas acerca de la plasmita seminal la cual se presuma contiene las propiedades de un antibiótico potente.3

En relación a su composición se sabe que aproximadamente 10% del volumen del semen de una eyaculación corresponde a los espermatozoides, y cerca del 90% al líquido seminal. La densidad de espermatozoides en el semen varía de 50 a 150 millones por mililitro.

Entre los elementos que componen al semen se encuentran los líquidos que aporta la vesícula seminal, la próstata aporta de 15 a 30 por ciento del plasma seminal. El último elemento que se agrega al semen es un fluido que secretan las glándulas uretrales y bulbouretrales, una proteína espesa, clara y lubricante conocida como moco.

El semen comienza a producirse a partir de la pubertad y tiene las características del adulto a partir de los 12-14 años en la mayoría de los adolescentes. La cantidad producida aumenta con la edad hasta un nivel máximo que depende de cada individuo, luego disminuye a medida que el varón envejece, no obstante, se produce semen y espermatozoides durante toda la vida adulta del varón.

Los lugares donde se forma el semen son: Túbulos seminíferos de los testículos, el epidídimo, conductos deferentes, próstata, uretra bulbar.

Finalmente comentaremos las características y propiedades físicas del semen:

El volumen medio de semen de una eyaculación es de 3 a 5 mililitros, con máximo de 15 ml, depende mucho de la abstinencia sexual previa y del grado de excitación durante la actividad sexual.

El cuerpo humano elimina periódicamente el semen almacenado. Si no se eyacula durante un tiempo, se suelen producir poluciones nocturnas.

El color del semen es normalmente blanco lechoso o levemente amarillento por las flavinas provenientes de la vesícula seminal. Si el líquido eyaculado presenta un color anaranjado o rojizo puede que contenga sangre, signo que se conoce como hematospermia, que puede indicar un trastorno urológico.4

El semen suele tener una consistencia de coágulo, debido a la facilidad de solidificación. Es frecuente la aparición de grumos más sólidos, pero ello no es indicativo de ninguna clase de problemas.

El olor es peculiar y variable en cada individuo dependiendo de múltiples factores. El aroma específico tiene un gran componente subjetivo y emociona, ya que para unas personas es desagradable y para otras es altamente excitante y lo disfrutan al máximo. En relación al sabor, algunas personas reconocen un sabor dulzón y afrutado, debido a las proteínas alcalinas. El pH del semen es en promedio de 7,5

Por su composición del semen, en condiciones adecuadas, los espermatozoides pueden permanecer vivos fuera del organismo durante varios días.

Pueden almacenarse en estado congelado con nitrógeno líquido durante meses o años ya que mantienen su capacidad fertilizante tras la congelación o criopreservación. Debido a esta última característica es posible la inseminación artificial y la fecundación in vitro con semen congelado o criopreservado.

De esta manera concluimos el tema acerca del “semen”, esperando que hayamos superado las expectativas, seguimos a tus ordenes en el correo: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como en la dirección de twitter del autor: @jd_contreras y hasta la próxima edición de “sexo y salud” en el diario digital: www.puntoporpunto.com/web

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