Bienvenidos al mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web ésta es la sección “sexo y salud” en esta ocasión nos ocuparemos del tema “quistes simples mamarios”. Intentaremos aclarar todas las dudas que en la mujer pesan por el hecho de considerar a los quistes tumores, aunque benignos, el prefijo tumoral angustia a las féminas que los padecen. Recuerda que existe una línea de comunicación a través del correo electrónico: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras en espera de tus comentarios y sugerencias.
Hablando de tumores en la glándula mamaria, comenzaremos diciendo que se define como tumor: toda neoformación o abultamiento ya sea palpable o no y sea visible o no, que origina efecto y sensación de masa; y benigno: cuando presenta exclusivamente crecimiento local sin infiltración de tejidos vecinos ni tiene capacidad de afectar a distancia.
A los quistes simples mamarios se les considera como tumoraciones mamarias de contenido líquido el cual puedes ser claro o con células dispersas, cuyo mecanismo de formación y evolución depende de las características propias de la paciente al momento de la aparición del quiste.
Su relación con el cáncer es muy escasa, por lo que su asociación probablemente se trate de pura coincidencia.
Es una afectación más común en mujeres entre los 30 y 50 años de edad, aunque pueden aparecer en cualquier edad, raros antes de los 20 años y excepcional después de la menopausia, habitualmente causan dolor mamario cerca del periodo menstrual.
Se presentan como tumoraciones bien delimitadas que se diagnostican mediante ecografía al presentarse como imágenes bien delimitadas y anecoicas (color negro en la imagen de ultrasonido).
Las causas pueden ser: un desequilibrio hormonal o causado por un tumor benigno del conducto mamario cuando es de aspecto sanguinolento.
Clínicamente y dependiendo del tamaño y localización, se presentan como tumoraciones o abultamientos bien delimitadas, aunque muchos quistes no se detectan por palpación pero son fácilmente visibles por ultrasonido, elaborando su diagnóstico al presentarse como imágenes circunscritas y con contenido liquido simple (anecoicas) o mixto (hipoecoicas). En este caso la mastografía es de parcial utilidad, pues no puede diferenciar tumores sólidos de líquidos.
Para poder diferenciar los quistes del cáncer, se recurre a la ecografía Doppler color.
Se clasifican de la siguiente manera:
- Quiste simple. Consiste en la dilatación de los conductos galactóforos secundarios y terciarios ocupados por líquido de color variable cuyo estudio citológico pone en evidencia su diagnóstico de certeza. Su presentación puede ser única o múltiple, uni o bilateral y de tamaños variables. Clínicamente se caracterizan por ser nódulos que la paciente descubre cuando superan el tamaño de 2 cm. Se palpan como nódulos redondeados u ovales, de consistencia blanda y son móviles que al presionarlos se nota tensión. La ecografía o ultrasonido es quien más información aporta cerca de sus características.
- Galactocele. Es quiste único el cual contiene leche líquida o espesa producida por una dilatación de un conducto galactóforo en el que ha quedado secreción láctea. Está asociado a lactancia previa o reciente y suele desarrollarse preferentemente cuando ésta fue interrumpida de forma brusca. Clínicamente se palpa como una tumoración esférica, no adherida, de consistencia variable en la que la expresión puede ocasionar la salida de leche por el pezón. La ecografía o ultrasonido es el estudio de elección y la citología del material puncionado indica el diagnostico de certeza.
- Quistes complejos, llamados así por su contenido mixto el cual puede ser desde células dispersas, pus, incluso vegetaciones de origen a determinar. Clínicamente no es diferenciable de un quiste simple ya que la consistencia sueles ser similar; el diagnóstico se hace mediante la ecografía o ultrasonido que nos muestra su contenido mixto.
En relación al abordaje de los quistes mamarios tenemos que, el manejo de todo quiste mamario mayor a 20 mm de diámetro consiste en la punción preferentemente guiada por ecografía (ultrasonido) y evacuación del líquido, seguida de la insuflación de aire en la misma cantidad de líquido retirado, para esclerosar sus paredes y evitar una recidiva a este nivel; así mismo se realiza el estudio citológico del líquido aspirado por el servicio de patología; y a la par se puede ayudar de tratamiento medicamentoso y recomendaciones higiénico-dietéticas.
En el caso de quistes menores a 20 mm de diámetro se prefiere tratamiento medicamentoso dependiendo el origen y edad de la paciente, así como medidas higiénico dietéticas para su manejo integral.
De esta manera concluimos el tema “quistes simples mamarios”, esperando sea de utilidad la información vertida. Te recordamos el correo electrónico a tu disposición y en espera de tus dudas, comentarios y sugerencias: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras y hasta la próxima edición de la sección “sexo y salud” en el mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web