Bienvenido a la sección “sexo y salud” del mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web hoy abordaremos el teme: “orgasmo masculino” que a decir verdad nada tiene que ver con el orgasmo femenino.
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El orgasmo es la respuesta sexual del hombre al proceso de excitación y placer que se manifiesta con una serie de cambios físicos y está producida por el estímulo sexual intenso en la que el hombre llega al clímax finalizando normalmente con la eyaculación de semen y la pérdida de erección del pene, aunque también puede haber orgasmo masculino sin llegar a eyacular.
Anteriormente se tenía la idea que el orgasmo del hombre y la eyaculación son lo mismo, recientemente, se ha demostrado que es posible que el varón tenga orgasmos sin que necesariamente estén acompañados de la eyaculación, o por el contrario existen eyaculaciones sin orgasmos. Es cierto que es común que se presenten simultáneamente y es por eso, que tienden a confundirse como un mismo fenómeno.
Durante el orgasmo, el corazón llega a latir 140 veces por minuto y el éxtasis experimentado puede ser intenso. En el varón a diferencia de la mujer, no son comunes los orgasmos múltiples.
Un estudio reciente de la Universidad de Groningen señala diferencias significativas en la actividad cerebral durante el orgasmo masculino y el femenino. Los investigadores encontraron que en el orgasmo masculino, el cerebro se centra más en los estímulos sensoriales de los genitales que en el orgasmo femenino.
En los hombres, el orgasmo normalmente es inducido por la estimulación directa del pene. Algunos aumentan la sensación de éste por medio de la estimulación directa de la próstata por el perineo. Con el paso de los años, es normal que la cantidad de semen eyaculado disminuya pero las sensaciones siguen siendo igualmente placenteras aunque más breves.
Tras la eyaculación viene el periodo refractario. Durante éste, los hombres no pueden procesar como placenteros los estímulos sexuales directos sobre los genitales a menos que su periodo refractario sea muy breve.
Hay varones que son capaces de alcanzar la eyaculación o el orgasmo a través de estimulación intra-anal. Es posible, asimismo, tener orgasmos sin eyaculaciones llamados orgasmos secos.
Existen cuatro fases del orgasmo masculino: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
* La fase “excitación” es cuando el pene mediante la estimulación de sus zonas erógenas, comienza a ponerse erecto.
* La fase “meseta” es cuando el pene está muy excitado y la erección es plena. El pene está muy duro y la eyaculación es inminente. En esta fase es normal que el hombre tenga una sensación como de no aguantar más.
* En la fase “orgasmo” se da la eyaculación del hombre. El ritmo cardiaco está al máximo de pulsaciones además de experimentar contracciones musculares involuntarias de la mayor parte del cuerpo.
* Se piensa que un hombre. Y eso no es cierto, es durante la siguiente fase, y de una forma paulatina, que el hombre reduce su erección.
* La fase “resolución” ocurre inmediatamente después de la eyaculación con la pérdida de la erección y el cuerpo vuelve a su estado de reposo y sus pulsaciones retornan poco a poco a su ritmo normal.
Es bien sabido que en relación a detener y controlar la eyaculación, todo hombre puede con la complicidad de su pareja permanecer cada vez más tiempo en equilibrio, en el punto límite y una vez llegando a él, hay que tener inmovilidad al comienzo para después progresivamente se hacen unos movimientos suaves que se harán cada vez más amplios sin llegar al espasmo.
Algunos varones operados de próstata pueden perder la capacidad orgánica de expulsar el semen hacia afuera, llevándolo hacia la vejiga (eyaculación retrógrada). Sin embargo, estos varones conservan la sensación orgásmica ya que las contracciones musculares continúan manifestándose, y son ellas las que son decodificadas por el cerebro como placenteras. De la misma manera puede suceder que, aunque mantengan su capacidad orgásmica, se sientan disminuidos
sexualmente porque no se hace evidente su clímax al no poder ver su eyaculado. En estos casos la problemática está centrada en los condicionamientos culturales o la personalidad del sujeto por valorar lo evidente antes que lo realmente sentido.
Por otro lado, estadísticamente hablando muy pocos hombres eyaculan débilmente, es decir sin fuerza y el semen se escurre hacia afuera (anhedonia eyaculatoria o eyaculación sin placer). Esto indica que las contracciones musculares también han sido débiles; aunque logran eyacular, el orgasmo es prácticamente imperceptible, lo cual suele producir sensaciones de frustración e insatisfacción sexual masculina. Estos episodios pueden remitirse a dos causas: debilidad del tono muscular genital o bien falta de motivaciones emocionales (inhibición, miedos o prejuicios ante la sexualidad y/o dificultades con la pareja).
Otros varones suelen mantener un control muy estricto de su orgasmo, lo cual puede resultar que, aunque mantengan un ritmo y un estímulo adecuado, tarden muchos minutos en eyacular (más de 30 minutos), o en casos extremos no lograr hacerlo (aneyaculación), sus causas son exclusivamente psicológicas y se presentan en varones que llevan una vida sexual conflictiva, con miedo a la frustración por perder su capacidad erectiva.
En fin que el tema de la eyaculación masculina es verdaderamente interesante. De esta manera concluimos el tema “orgasmo masculino” esperando se hayan superado las expectativas acerca del tema y hasta la próxima edición de la sección “sexo y salud” en el mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web
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