Hola amigo ciberlector del mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web bienvenido a tu sección preferida: “sexo y salud”, en esta ocasión abordaremos el tema de “ninfomanía” término controversial del cual se conocen dicho mitos y verdades.
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La palabra ninfomanía es una palabra compuesta de ninfa y de manía. Las Ninfas en la mitología griega eran las deidades del bosque, del agua y del campo; mientras que por manía se entiende, una preocupación excesiva.
Por lo tanto, se define ninfomanía, como un apetito o deseo sexual exagerado de la mujer, y aunque el límite de lo normal no está definido claramente, se puede decir que existe patología sexual si las preocupaciones sexuales tienden a dominar el pensamiento consiente aun después de que el acto sexual ha sido ejecutado, o bien en el caso donde el sexo tiene una influencia tan dominante que interfiere con otros aspectos de la vida diaria del individuo.
La ninfomanía o deseo sexual aumentado y compulsivo de la copula en las mujeres, debe de diferenciarse de la “promiscuidad”, la cual implica un pensamiento deliberado hacia actos sexuales, con o sin deseo sexual o placer.
De la misma manera en que los comedores compulsivos ingieren excesiva cantidad de alimentos sin sentirse saciados, quienes padecen ninfomanía se ven arrastradas por impulsos irreprimibles que las orillan a tener relaciones sexuales con cualquier persona sin importarles si carece de atractivo o higiene.
El funcionamiento sexual, la capacidad y el instinto están determinados biológica y psicológicamente tanto en el hombre como en la mujer y pueden ser modificados por varios factores:
La ninfomanía es generalmente una manifestación de problemas psicológicos pero puede ser debida a padecimientos orgánicos.
La ninfomanía orgánica se debe a lesiones en la zona límbica del encéfalo, por tumores o por accidentes angioencefálicos. También en las epilepsias psicomotoras, la ninfomanía puede presentarse durante un episodio de convulsiones del lóbulo temporal vía la estimulación de las zonas mencionadas. Durante este estado se pueden cometer crímenes sexuales en un estado de automatismo o de fuga, después el o la paciente se encuentran amnésicos para el incidente.
Un caso llamativo es el síndrome de descontrol en el que la paciente presenta ninfomanía con exceso de brutalidad física, dipsomanía y con tendencia a tener accidentes, su causa es neurológica.
Algunas drogas como las anfetaminas, opiáceos y andrógenos pueden provocar aumento del deseo sexual en algunas mujeres.
Los cambios hormonales que experimentan durante sus reglas pueden ocasionar un aumento de la libido que en raros casos es muy intenso. Por ejemplo en la menopausia, la disminución fisiológica de los estrógenos resulta en un aumento relativo en andrógenos, lo que provoca en ocasiones el cuadro.
En la hipersexualidad psicógena, la ninfomanía puede ser una manifestación secundaria transitoria de algunas enfermedades psiquiátricas, como pueden ser los estados psicóticos orgánicos, en la fase hipomaniaca de la psicosis maniaco-depresiva y en algunas esquizofrenias. En este estado los pacientes no tienen responsabilidad de los actos sexuales que cometen, aunque pueden estar completamente conscientes de lo que hacen.
En la personalidad sociopática, la ninfomanía puede estar presente y ésta es de origen psiconeurótico.
En otros ocasiones puede deberse a causas emocionales, en donde hay una creencia equivocada de que la manera de tener afecto es a través de las relaciones sexuales, o solamente pueden comunicarse con personas del sexo opuesto mediante el contacto físico, por lo que las relaciones sexuales no tienen un fin de satisfacción sexual sino afectivo. Este intento de buscar afecto a través de las relaciones sexuales deja a la persona cada vez más insatisfecha y con mayor necesidad de llenar ese hueco emocional.
La ninfomanía se manifiesta generalmente por el deseo compulsivo (neurótico) de tener cópula y el acto sexual se halla a menudo desprovisto de una satisfacción verdadera.
El diagnóstico de una ninfómana debe ser hecho por un especialista. No se trata de cualquier mujer con un deseo erótico muy desarrollado, sino que de alguien que da pruebas sicológicas de una personalidad con algún trastorno, que puede ser causa de una predisposición genética o por excesos hormonales.
La enfermedad puede manifestarse a través de la búsqueda ansiosa de nuevos compañeros sexuales o la masturbación compulsiva.
El grado de la ninfomanía es lo que determina si es patológica o no, así como también el modo en que ésta influye en cada mujer.
Ante un caso detectado y confirmado, lo ideal es apoyar a una ninfómana y no condenarla moralmente por su comportamiento.
Debe recordarse que se trata de un trastorno en la personalidad erótica. No debe confundirse la ninfomanía con ciertos excesos sexuales conscientemente practicados, tales como ser de costumbres ligeras y prostitución.
De esta manera concluimos el tema de hoy, esperando sea de utilidad para ti amigo lector de “sexo y salud”, recuerda el correo electrónico a tu disposición para dudas, comentarios y sugerencias: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras
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