El bando del Marqués de Croix de 1767 es lapidario: “… pues de una vez para lo venidero deben saber los súbditos del gran monarca que ocupa el trono de España, que nacieron para callar y obedecer y no para discurrir, ni opinar en los altos asuntos del gobierno”. Dos siglos y medio después infortunadamente muchos gobernantes siguen pensando lo mismo. Sin embargo se ha avanzado por lo menos de manera cuantitativa en algunos aspectos. Uno de esos avances lo representa la posibilidad de que los ciudadanos del Distrito Federal puedan decidir el destino del 3 por ciento de los recursos asignados a sus colonias para el ejercicio fiscal 2016.
Por increíble que parezca, estamos en jornada de participación ciudadana en nuestra ciudad capital. Para emitir la opinión sobre los proyectos previamente presentados por los vecinos se tiene del 30 de octubre al 4 de noviembre por internet y el 8 de noviembre de manera tradicional, en mesas receptoras de opinión.
Uno de los principales problemas del Instituto Electoral del Distrito Federal, organizador del evento, sigue siendo la estrategia de difusión. Infortunadamente los recursos escasos y la falta de creatividad para explotar los avances tecnológicos, como las redes sociales, siguen siendo el principal talón de Aquiles para lograr un mayor involucramiento del ciudadano en asuntos de gobierno.
Si a ello agregamos la desconfianza por las instituciones y el incumplimiento por parte de los jefes delegacionales de los proyectos aprobados en años anteriores, el resultado seguirá siendo una escasa participación. Lo anterior conlleva a un desencanto por los mecanismos institucionales de participación ciudadana y las tentaciones gubernamentales de cancelarlas. ¡Ojalá ello no suceda!
Por el contrario, deberá incrementarse el porcentaje a decidir y mayores recursos económicos y creativos para su difusión.
@NVS_
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