Los niños murieron llorando con los techos de concreto encima de sus frágiles cuerpos… Su sangre y sus lágrimas se secaron entre los ladrillos… Entre los pupitres quedaron atrapadas sus sonrisas… Sus salones de clases se convirtieron en su lápidas y el colegio en su cementerio.
224 escuelas fueron afectadas en la Ciudad de México (CDMX), 15 con daños mayores y una colapsada que sepultó vivos a 21 niños y 4 adultos. Esta cifra preliliminar no sólo es dolosa sino indignante.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, declaró que esta dependencia cuenta con 70 millones de pesos para la reconstrucción de escuelas, así como un fondo que cubre gastos por mil 800 mdp.
¿Pero con qué cantidad cuentan para reparar el daño emocional de las decenas de padres de familia que perdieron a sus hijos en esta tragedia? Sencillamente: no existe dinero ni palabras de consuelo alguno que calme los sentimientos de cada madre y cada padre que vieron aplastados a sus hijos por el concreto.
Ante los fenómenos naturales todos estamos expuestos e indefensos, sin embargo… ¿Qué han hecho y qué siguen haciendo nuestras autoridades, nuestros funcionarios, nuestros legisladores, nuestros mandatarios para salvaguardar la integridad y la vida de nuestros hijos en las guarderías, en las escuelas, en las universidades? NADA.
Corrijo. Sí han hecho mucho: enriquecerse a costa de la vida de nuestros hijos, que para ellos es sólo un billete más en su cartera, pero para nosotros son nuestro tesoro más valioso, son la sangre de nuestra sangre, el sacrificio de verles superados, la esperanza de nuestra superación y el esfuerzo de hacerles personas de bien.
Son los políticos corruptos los que aprueban la edificación y operación de esas escuelas inseguras, de esos centros de trabajo inseguros, de esas trampas de muerte disfrazadas de colegios educativos como el Enrique Rébsamen, que sin cumplir las normas de construcción y protección civil, operan no sólo en la CDMX sino en todo México.
¿Pero de quién es más culpa?
¿De los funcionarios corruptos que bien conoce la sociedad y sigue votando por ellos para hacer esas negociaciones con las empresas educativas?
¿De los diputados y senadores de los viejos partidos que aprueban reformas educativas laborales?
¿De la gente que vende su voto por mil o dos mil pesos y elije a esos mismos políticos corruptos?
¿De los papás que enfrascados en el trabajo nunca tomamos en cuenta estos aspectos de seguridad en las escuelas de nuestros hijos?
La culpa es de todos y disimulamos la indiferencia con muestras de solidaridad, con publicaciones de indignación en nuestras redes sociales, con columnas periodísticas de desahogo, con víveres comprados de momento en los centros comerciales, con información de ayuda en nuestros WhatsApp, con cargar escombros y tomarse la foto para el Facebook…
La sociedad se caracteriza por ayudar de corazón cuando llega la tragedia, cuando el niño se ahogó en el pozo… ¿Por qué no ayudan mejor desde antes? ¿Por qué no ayudan exigiendo a las autoridades frenar esa corrupción? ¿Por qué no ayudan cuando llegan las elecciones y se organizan para postular a un representante que de verdad velará por los intereses vecinales y comunitarios?
Lo permiten porque les es más cómodo. Lo permiten porque no les genera esfuerzo. Lo permiten porque prefieren estar sentados frente al televisor. Lo permiten porque es más fácil textear en Facebook o en Twitter que marchar pacíficamente en las calles por un buen gobierno. Lo permiten porque no tienen tiempo ya que su trabajo los deja cansados y hartados. Lo permiten porque primero están sus necesidades y problemas y después los de los demás.
Por todo ello y porque soy un papá indignado y dolido, les escribo a esos pequeños y maestros que perdieron la vida en la Rébsamen, que:
#NoEsSuCulpa que hayan sido aplastados por la indiferencia familiar, social y política
#NoEsSuCulpa que Protección Civil y la SEP estén plagadas de corruptos
#NoEsSuCulpa que sus papás los hayan inscrito en una escuela insegura
#NoEsSuCulpa que los mexicanos sigan sin exigir a sus representantes porque le temen al gobierno
#NoEsSuCulpa que en México pasen estas cosas y en unos meses pase a la historia el tema con el poder mediático que tienen los políticos
#NoEsSuCulpa que los mexicanos sean tan sumisos y no hagan algo para exigirle a sus representantes