Por Rafael Guarneros
Hace varios meses Ricardo Monreal se reunió con vecinos de las colonias Roma, Condesa, Hipódromo e Hipódromo Condesa, su especial interés era lograr el apoyo del electorado y arrebatar al PRD la delegación (o municipio) más importante de todo el país. Esta “toma de playa” para reconquistar para López Obrador la “Ciudad de la Esperanza” le abriría la posibilidad al zacatecano de ser el próximo Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
En su proyecto político está claro que primero iría por el voto popular de la delegación Cuauhtémoc y después por el apadrinamiento del gran capital que especula el uso de suelo de la Ciudad de México: la gran caja financiera para su hoy proyecto personal de gobernar la Capital de la República.
Hay un viejo dicho en política de campaña que dice “prometer no empobrece, dar es lo que aniquila” que, aunado al camaleonismo que le ha caracterizado y le ha funcionado a Monreal, se empieza hacer patente en la discusión del proyecto “Corredor Cultural Chapultepec” Durante campaña el ex diputado, ex Senador, ex Gobernador, ex priísta, ex perredista, ex petista,ex de Movimiento Ciudadano y hoy morenista, se comprometió con los vecinos a escucharlos y a no hacer nada que los vecinos estuvieran en contra. La pregunta aquí es ¿a cuántas personas u organizaciones les prometió lo mismo?
Para sorpresa de los vecinos de las mencionadas colonias, el único compromiso que tiene por escrito Monreal es el que hizo con los desarrolladores inmobiliarios; las palabras y compromisos con los vecinos hoy se las llevará el viento, si no es que eso ocurrió segundos después de que las pronunció. Para muestra basta un botón y está en su libro “Rescatemos Cuauhtémoc”, que repartió por miles en toda la delegación, y que en su página 107 refiere como parte de su “compromiso 11” lo siguiente:
“Roma Condesa peatonal: en estrecha coordinación con los vecinos y vecinas, cerraremos el tránsito vehicular los corredores culturales y turísticos de ambas colonias, a fin de reordenarlas y conectarlas urbanísticamente. La peatonalización se acompañará por la creación de nuevos estacionamientos públicos”
De este texto se desprenden las siguientes conclusiones:
- Monreal trae amarradas negociaciones con los especuladores inmobiliarios que están tras el proyecto del “Corredor Cultural Chapultepec”, mismas que dejó plasmadas en su Agenda de Gobierno; es el mismo discurso de los impulsores del proyecto
- El discurso ambiguo a causa de un “error de redacción” en el que se mochó parte del texto en la impresión de su documento de campaña, fue un mal intento de ocultar a los electores sus verdaderos compromisos. ¿Su fuente de futuros moches?
- El primer objetivo que fue ser Jefe Delegacional en Cuauhtémoc, su toma de playa, ya lo consiguió. Hoy, como lo han hecho otros delegados de Cuauhtémoc, es evidente que comenzará a construir su bolsita de financiamiento de campaña para la Jefatura del Distrito Federal, ya que siempre ha dicho que estará como Jefe Delegacional sólo dos años.
La discusión y el debate apenas comienza, las movilizaciones ciudadanas en contra del proyecto también. A los vecinos de la zona, nos tienen discutiendo lo que será sólo el patio y la decoración de los jardines del mayor y más devastador desarrollo inmobiliario de rascacielos en la Ciudad de México.