Para el Gobierno del Distrito Federal no es nada nuevo que los vecinos del Sector Roma Condesa, que abarca colonias como Hipódromo, Hipódromo Condesa, Roma Norte y Roma Sur, sea uno de los que más dolores de cabeza les genera a los mandos medios; y no precisamente por el tipo de delitos, sino porque los vecinos protestan y exigen más que en otras zonas de la Delegación Cuauhtémoc.
Este rincón cosmopolita de la Ciudad de México, por su arquitectura, diseño y paisaje urbano, sus parques, camellones y calles arboladas, se convierte en un imán para intelectuales, artistas, políticos, empresarios, profesionistas, inmigrantes europeos, asiáticos, sudamericanos. La combinación de culturas y actividades diversas, enriquece la visión de quienes forman parte de las familias tradicionales con gran arraigo en la zona y contrasta muchas veces con el desapego de quienes llegan a vivir en los nuevos desarrollos inmobiliarios, en los que no pocas veces se enclaustran y se desentienden de los problemas vecinales.
Son precisamente estas características las que han hecho atractiva la zona para el asentamiento de distintos giros comerciales, algunos de excelencia y otros de bajísima calidad; sin embrago, ambos atraen mucha población flotante, sobretodo por las noches. Por lo que uno de los mejores rincones de la Ciudad de México, para vivir y disfrutar, así como para descansar o para expandir las capacidades intelectuales y artísticas, se ve trastocado por el arribo de la delincuencia, el vandalismo y la presencia de inadaptados que roban el sueño y los sueños de muchos de los residentes.
Ya mucho se ha hablado con los diferentes jefes Gama y con los comandantes responsables del cuadrante, también reconocemos que hemos tenido el apoyo del área de participación ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública; sin embargo, cuando tratamos asuntos graves y delicados como lo relacionado a focos rojos como el predio invadido en Altata y Benjamín Hill, en el que organizan arrancones de motocicletas sobre el Eje 3 Sur los fines de semana a las dos de la mañana, y por más que llama uno al sector o incluso a la oficina del Secretario de Seguridad Pública cuyo teléfono es 52640602, se hace presente no la protección a los ciudadanos, sino la impunidad de los vándalos. Este problema lleva varios meses, así como los reportes y denuncias ante la SSP del DF y simplemente ¡No pasa nada! Salvo que ahora sí, con la ausencia de la SSP, ya las agresiones y la intimidación a los vecinos han aumentado.
Argumentan los elementos de Seguridad Pública que no cuentan con la capacidad operativa, debido a que cuando hay programas especiales desplazan a personal de seguridad pública para incluso hacer labores que le corresponderían al personal de Tránsito.
Estoy seguro que nuestro lector tendrá en mente la duda sobre el tipo de programas especiales y, si piensa en alguno, estoy seguro que tendrá razón. Pongo tan sólo tres ejemplos:
El programa del alcoholímetro, que requiere de hasta ocho patrullas del cuadrante que son retiradas de sus labores cotidianas de protección, para detectar, detener y trasladar a conductores borrachos al Torito. En cada traslado ocupan por lo menos dos horas.
El programa de atención de marchas y plantones que, en algunos casos, prácticamente la mitad de la policía se encuentra haciendo cortes de circulación, abanderando o escoltando a los manifestantes.
El programa de apoyo a eventos deportivos como el Maratón de la Ciudad de México o el paseo ciclista, que al igual que en las marchas y plantones, no sólo los policías de Tránsito están realizando cortes a la vialidad, sino también la policía que brinda seguridad pública.
¿Es falta de presupuesto, mala planeación o complicidad?
Si es falta de presupuesto, estimado Secretario de Seguridad Pública, pida una ampliación del presupuesto para atender los “programas especiales” sin quitarnos a los vecinos las patrullas y los elementos que nos deben dar protección contra los delincuentes, que han incrementado sus actividad de robo a casa habitación, robo en la vía pública, robo de vehículos y autopartes, cobro de derecho de piso, entre otros delitos.
Si el alcoholímetro es el responsable del retiro de unidades, entonces solicite a la Asamblea Legislativa que establezca un impuesto especial a los bares y giros negros, ya que son ellos los responsables de propiciar la presencia de conductores borrachos y que con ese recurso, bien transparentado, se financien este tipo de programas especiales de la Secretaría de Seguridad Pública. Los empresarios obtienen ganancias; el costo social lo estamos pagando los residentes de la zona.
Si es falta de planeación, entonces establezca un programa de capacitación y de mejora continua en su Secretaría. Explotar más a sus subordinados con horarios inhumanos no es la solución; también tienen familia y sus hijos requieren de sus papás. Muchos elementos, no todos, son auténticos héroes que exponen su vida por nosotros los ciudadanos y requieren mejores condiciones de trabajo.
Si es complicidad, ya es tiempo de que se investigue e informe al Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, acerca de quién protege desde su gobierno a los moradores del predio invadido que ya está más que denunciado; usted tiene la información de primera mano, ya es tiempo que tome cartas en el asunto.