A dos años de la reforma Estatutaria de Acción Nacional, realizada de marzo a agosto de 2013, en la que se reconoció en el artículo 11 el derecho de la militancia a elegir por voto directo a su presidente nacional y a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, y se le arrebató a los Consejeros Nacionales esa misma facultad al modificar el artículo 28; Madero y sus secuaces lograron asestar un golpe inadvertido a la democracia directa de Acción Nacional, mediante la operación política realizada después de la suspensión de la Asamblea Nacional Extraordinaria la tarde del 16 de marzo.
Durante los cinco meses que pasaron hasta que se reinstaló la XVII Asamblea Nacional Extraordinaria, periodo en el que se realizó la supuesta “armonización” de los artículos reformados, Madero estuvo negociando con los grupos que controlan el poder del PAN en los Estados para que, a cambio de darles mayor poder, éstos aprobaran el “proyecto de armonización” vía fast track; mecanismo quepermitió a las cúpulas de poder tener la certeza de que no habría cambios al texto de lo acordado cuando este fuera discutido en la asamblea.
Los mecanismos aprobados en los nuevos Estatutos para darle “más poder al militante”, dotaron a los dirigentes de muchas puertas de salida para burlar la pretensión democratizadora de los militantes de a pie, dándole a los dirigentes, a través de una Comisión Permanente y un Consejo Nacional cooptado y excluyente, el control casi autoritario del partido a un solo hombre.
Las designaciones y candidaturas de “cuota de grupo” en el proceso electoral 2015, prevalecieron a lo largo y ancho de gran parte de la República, dando como consecuencia la pérdida de credibilidad del electorado, misma que se hizo presente en la erosión de lo que había sido considerado como el sector electoral panista más duro; ejemplo de ello, el PAN del Distrito Federal, que habiendo logrado en el año 2000 el apoyo de más de 1 millón 400 mil electores, mientras que en 2015 logró poco más de 390 mil electores.
A menos de dos meses de la elección del presidente nacional del PAN por voto directo de los militantes, es un hecho que el Reglamento de Elecciones aprobado por la Comisión Permanente maderista, está cargado de requisitos absurdos que sólo favorecen a quienes tienen el control de las dirigencias, haciendo casi imposible que pueda haber más de dos candidatos para competir y propiciando nuevamente la polarización del partido.
Uno de los requisitos para poder registrar una planilla es el de contar con la firma de respaldo del diez por ciento de los militantes inscritos en el padrón de miembros activos. El gran obstáculo radica en que, salvo los dirigentes y las personas cercanas a las cúpulas, todos los demás militantes desconocen el teléfono, la dirección o correo electrónico de los miembros del partido en el listado nominal. Sólo siendo ya aceptada la candidatura, se puede tener acceso a esa información.
Entonces… ¿cómo recabar las firmas, en menos de dos semanas, de más de 40,000 militantes a nivel nacional para poder registrar una candidatura integrada como planilla, si sólo siendo candidato se tiene el derecho a obtener esa información?
Los obstáculos no terminan ahí, ya que cuando se ha logrado registrar una candidatura con apoyo de una red de simpatizantes, cuando los precandidatos o candidatos comienzan a visitar las direcciones de los panistas conforme a los datos inscritos en el padrón de militantes, todos se dan cuenta de que la mayoría de los datos inscritos en el padrón son falsos o incorrectos.
Existe un padrón ficticio para los candidatos y militantes de a pie y un padrón oculto, pero con datos reales, para el que sólo tienen acceso los grupos que actualmente controlan el poder del PAN. Con lo cual, la frase “darle más poder al militante” se ha convertido sólo en un cliché que aprovecha la ingenuidad de quienes quedan atrapados en la seductora y demagógica retórica.
Hoy, después de casi dos años, nuevamente se unirán en la lucha democratizadora de Acción Nacional, dos personajes sui géneris: por una parte Javier Corral que va por la presidencia nacional, quien habló a nombre de miles de militantes, tanto del pasado como del presente, que exigían el voto directo en la elección de sus presidentes nacional, estatales y municipales y sus comités y, por otra parte, quien suscribe el presente, que también siendo portavoz del anhelo de las bases del partido, propuso a la Asamblea Nacional Extraordinaria quitarle al Consejo Nacional la facultad de elegir al presidente nacional.
Los miles de panistas que a lo largo del país impulsaron el voto directo del militante en la elección de sus presidentes y comités, continúan en pie de lucha y harán estremecer nuevamente la vida de Acción Nacional, al redescubrir en su mente y en su alma el “verdadero poder democrático del militante de Acción Nacional”.
El PAN es el único partido en México que contiene la realidad del ser humano.
Es una lastima que que nuestros grandes creadores y pensadores que dieron nacimiento a las ideas, en su tiempo necesarias para un cambio de bienestar social, hoy sean los propios miembros de nuestro gran partido, quienes degraden a un nivel inimaginable despues del 2000, por una simple razón,….la ambición de poder.
Hoy los cambios de personas son obligados , para tratar de regresar a nuestros principios, tarea muy difíciles por la contaminación de los innumerables grupos que nos tienen a contra corriente con estas practicas anti sociales.
Javier Corral y quienes nos identificamos con el y con el verdadero proyecto de nación merecemos respeto.