Jesús Esquivel.
· Realmente en una democracia se requiere de 10 institutos políticos
¿Ahora si qué onda con la chiquillada? ¿Cuál es realmente el papel de Partido del Trabajo? ¿Del Partido del Nueva Alianza? ¿Partido de Encuentro Social?¿Partido Humanista? ¿Partido del Movimiento Ciudadano? ¿El Partido del Verde Ecologista de México? ¿Qué esperan las dirigencias el próximo 7 de junio? ¿Son partidos honorables, responsables, pero sobre todo son una opción para los mexicanos?
Éste tipo de cuestionamientos son los que se hace la sociedad mexicana, porque realmente la democracia no debe medirse por el número de institutos políticos que se tienen sino por el interés ciudadano de participar en una contienda, donde se respete el voto y donde los candidatos sean personas honorables que presenten un proyecto real de gobierno y no sólo acciones demagógicas que a nadie convencen.
Claro con esto no quiero decir que el resto de los partidos, PRD, PRI, PAN Morena, quien participa por primera vez en una contienda, sean las únicas opciones que se tienen, sin embargo, en un país donde el bipartidismo ha funcionado en los últimos años se les puede dar el crédito de partidos gobernantes, no obstante tampoco convencen al electorado porque son más de lo mismo. Aunque dicen que traen proyectos nuevos, la verdad es que no hay ni a quien irle.
Esto viene al caso porque de acuerdo a una encuesta realizada por El Universal en febrero pasado señala que a nivel nacional cinco partidos se encontrarían en riesgo de perder su registro; mientras que en el Estado de México una encuesta realizada por la empresa Siga Consultores durante el mismo periodo determinó que la intención del voto dejarían con menos del tres por ciento de la votación a tres partidos políticos.
En las encuestas realizadas por ambas instituciones y avaladas por el Instituto Nacional Electoral se muestra una disminución de la intención del voto para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD), mientras que para Movimiento Regeneración Nacional (Morena) logró aumentar la intención del voto, tanto a nivel nacional como en el territorio estatal.
Estos estudios de opinión muestran que a nivel nacional el revolucionario Institucional podría perder hasta doce puntos porcentuales en la intención del voto, lo que mantendría al PRI en la cabeza de las preferencias electorales, seguido del Partido Acción Nacional que tendría una alza del tres por ciento.
Por su parte el PRD obtendría un 13 por ciento de la intención del voto, seguido del Partido Verde con el 11% y el Movimiento de Regeneración Nacional con el 9% de la intención del voto. Situación contraria la que enfrentarían el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Humanista y Encuentro Social que en esta ocasión no alcanzan el tres por ciento de la intención del voto entre el electorado, cifra que se exige para mantener el registro de los partidos políticos.
En el contexto estatal la intención del voto por partido político sin tomar en cuenta candidatos la encuesta presentada por Siga Consultores muestra que el partido tricolor mantiene una tendencia superior al 30% de la intención del voto, casi siete puntos por encima de Acción Nacional, que alcanzaría alrededor del 24% en esta tendencia.
El PRD tendría una aceptación superior al 15% de la intención del electorado, por encima de las cifras obtenidas a nivel nacional que lo colocan también como tercera fuerza, pero con el 11% de estas tendencias. Morena tendría una intención del voto superior al 11% por ciento, lo que a nivel estatal lo colocaría como el cuarto partido en preferencia electoral, mientras que a nivel nacional se coloca como la quinta fuerza política.
Que por cierto el discurso de los candidatos a diputados federales, locales y presidentes municipales está enfocado a acabar con la corrupción, situación improbable porque desde su propia elección como aspirantes a un cargo de elección se da ese fenómeno. ¿Acaso todos los candidatos llegaron por méritos propios? ¿Ninguno de ellos incurrió en este lastre que ha dañado por muchos años a los mexicanos?
Seguramente han de decir que no y habrá otros que no les crean, ¿pero realmente el abatir este fenómeno ha favorecido a alguien?. ¡Pues no¡ Las acusaciones sobre enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, compra de voto y enfrentamientos violentos entre los partidos se han convertido en la normalidad, es decir, en México no pasa nada. Vaya por eso.
Y ya que hablamos de casos concretos de corrupción el coordinador del Partido Acción Nacional (PAN) en el Estado de México Ulises Ramírez Núñez, aseguró que los candidatos de este partido están fuera de cualquier posible relación con la delincuencia y crimen organizado pues se sometieron a revisiones exhaustivas y fueron investigados por el propio blanquiazul. Aseguró que antes de que fueran postulados, se investigó principalmente su trayectoria política, como personal, sus bienes y todo lo necesario para demostrar que están limpios y sostuvo que en algunos casos podrían solicitar la intervención de las autoridades para indagar a algunos abanderados, en caso de que sea necesario.
¿Pero porque escupe para arriba señor coordinador?, usted estuvo involucrado en acciones ilícitas con el narco como lo publicó en su momento la Revista Proceso. ¿Por qué dice que su partido escogió a sus mejores hombres y mujeres? ¿Los anteriores eran malos? Me parece una estupidez que hoy digan que entraron a la contienda sus mejores y probados candidatos. ¿Habrá quien les crea? De esto es de lo que ya está cansado el electorado. ¿O No?
Bueno y ya que estamos hablando de actos de corrupción, el asunto de la empresa española OHL cada día se conoce más de como actuaron en el estado de México, pero lo más lamentable es que el propio gobernador avale con su secretario de comunicaciones, Apolinar Mena Vargas todas esas irregularidades al darle el apoyo y mantenerlo en el cardo. Eso es un descaro. El hecho de que este miércoles lo haya ratificado en el cargo me parece un error, primero porque no se podrá investigar a fondo y segundo porque la indagatoria estaría dirigida hacia a la empresa y no hacia el funcionario, quien reconoció algunos ilícitos. Este involucramiento del funcionario mexiquense no se llama delito, sino controversia desatada tras darse a conocer una serie de conversaciones con Pablo Wallen, representante de la empresa Obrascon Huarte Lain (OHL). Vaya por el término, que más bien podría decirse un delito atípico. Hasta mañana y ojo cuídese de los términos como lo es atípico, porque también hay políticos que tienen esas características: Comentarios a[email protected]