Por Raúl Esquivel
César Nomar Gómez Monge engañó a Eruviel y todavía lo premia
Es preocupante que el inicio de las próximas administraciones municipales, los 125 alcaldes deberán de enfrentarse a una severa crisis económica porque la mayoría de los gobiernos dejarán “prácticamente” en quiebra a sus comunas.
Aquí no hay distinción de partidos, lo cierto es que no hay a quien irle: los alcaldes de extracción priista, como Tlalnepantla, Naucalpan, Huixquilucan, Toluca y Ecatepec albergan casi el 40 por ciento de las deudas que tienen los ayuntamientos mexiquenses.
Es decir municipios, que son considerados de primer nivel por los recursos que reciben cada año, son ahora los más endeudados debido a la mala planeación de los recursos, amén de las acciones de corrupción a que se prestaron.
Hay que decirlo que tan solo en dos años, los pasivos de los municipios mexiquenses crecieron más de cuatro mil millones de pesos, y porcentaje que representa la deuda de los municipios cada vez es mayor si se le confronta con el monto de los ingresos anuales que tiene cada uno de los ayuntamientos.
De acuerdo al l informe de las Cuentas Públicas municipales 2014 elaborado por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, que se hizo público este lunes, los 125 municipios mexiquenses debían en su conjunto, al final del año pasado, 18 mil 347 millones de pesos, cuando al inicio de las administraciones municipales en 2013, los pasivos apenas superaban los 14 mil millones de pesos.
De los 18 mil 347 millones de pesos que deben los ayuntamientos, 11 mil 200 millones son pasivos a corto plazo, y 7 mil 146 a largo plazo. Estos 18 mil millones representan el 34 por ciento de los ingresos totales de los 125 municipios, es decir, apenas seis puntos abajo del límite legal.
En el informe del OSFEM también señala la crisis que sufren los organismos autónomos como los operadores de agua potable y alcantarillado. Tan solo sus pasivos superan los 10 mil 354 millones de pesos, cuando sus ingresos totales anuales son de 8 mil 324 millones. Es decir su deuda representa el 123 por ciento del ingreso anual de los 54 organismos operadores de agua.
En 2013, las actuales administraciones recibieron estos organismos de agua con una deuda de siete mil 957 millones de pesos; al cierre de ese año, los pasivos ya llegaban a 9 mil 137 millones y al último día del 2014 ya sumaban 19 mil 254 millones de pesos. Esto es que en solo 24 meses, los pasivos de los organismos operadores del agua potable se incrementaron dos mil 297 millones de pesos.
Los organismos con situación más delicada son Atizapán de Zaragoza, Chalco, Chimalhuacán, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan, La Paz, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco, entre los más grandes.
También se identifica a los organismos de Amecameca, Chicoloapan, Ixtapan de la Sal, Jaltenco, Tenancingo, Valle de Bravo y Zumpango, además de Malinalco, Teoloyucan, Teotihuacán y Tequisquiac.
En contraparte, el organismo fiscal, reconoce el buen manejo de los organismos de Metepec, Zinacantepec, Acolman, Aculco, Coatepec Harinas, Jocotitlán y Ocuilán, además de Temascalapa, Tenango del Valle, El Oro, Nextlalpan, Almoloya de Juárez, Atlacomulco, Jilotepec y Tecámac, así como Ecatepec, Ixtapaluca, Lerma y San Mateo Atenco, sólo a lo que a manejo de deuda de refiere y no así al servicio que prestan.
Hay que aclarar que a tres meses de que concluyan las presentes administraciones municipales aún se desconoce si habrá sanciones para quienes manejaron las finanzas en los 125 ayuntamientos, sobre todo porque si no hay sanciones estaríamos observando que la impunidad, amiguismo y compadrazgo sigue prevaleciendo.
Hay excepciones, caso Naucalpan, donde el alcalde con licencia y ex diputado federal, David Sánchez Guevara tuvo que pagar con cárcel la osadía de desviar recursos públicos para su beneficio personal. Pero también hay que decir, que la situación financiera que recibió de la pasada administración, 2009-2012, con Azucena Olivares Villagomez, la autoridad gubernamental no hizo nada para encarcelarla por endeudar al ayuntamiento. Es decir, Eruviel Ávila le perdonó sus raterías.
Y ya que hablamos de funcionarios, el ex presidente del gabinete del gobierno del estado en Nezahualcóyotl, César Nomar Gómez Monge quedó a deber durante su estancia en este municipio, porque de acuerdo a información sobre los compromisos que dejó en esta localidad fueron cinco, entre ellos, la rehabilitación y acondicionamiento de algunos espacios.
Uno de ellos fue la construcción del Hospital Geriátrico, aún sin definir el terreno; el Hospital Materno Infantil; un Hospital Pediátrico donde se colocó la primera piedra y jamás se supo cuando iniciarán las obras; La rehabilitación y equipamiento de los Hospitales Gustavo Baz, del ISSEMyM, de los cuales se desconocen los avances. Lo cierto es que estos compromisos no se cumplieron por el aprendiz de político.
¿A quién hay que echarle la culpa?. El nuevo presidente de gabinete, Javier García Bejos deberá de atender estas inconsistencias porque quien quedó mal no fue Gómez Monge, sino el propio gobernador. ¿O No?
Y todavía lo premian y lo envían a su natal Naucalpan, donde pretenderá para el 2018 ser candidato a alcalde por el PRI. ¿Qué cinismo, no?. Habría que esperar que explicación dá en su comparecencia con la comisión de salud de legisladores la próxima semana. ¿A quién le echará la culpa de sus ineptitudes. Comentarios a[email protected]