Los periodistas mexicanos, los más agredidos en el mundo

– En Veracruz, la entidad con alto índice delictivo contra ellos

 Que preocupante es lo que ocurre a las personas que ejercen el periodismo en México, cada vez más esta profesión se ha vuelto un alto riesgo para quien la ejerce, sin que existe autoridad alguna que frene las acciones atentatorias de quien o quienes no les agrada una información, que evidentemente los pone a la palestra de las críticas e incluso con el riesgo de perder sus cargos y no sólo hablo de los servidores públicos, sino de los grandes magnates de la política como son los gobernadores, presidentes municipales, diputados e incluso senadores. Tal parece que la libertad de expresión tiene que caer en un colchón para que se haga daño, porque muchos gobernantes dicen que la respetan pero son los primeros en violentar ese derecho.

Sin embargo, hay gobernantes que “se pasan de la raya”, claro ejemplo el de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien el próximo concluirá su administración que será una de las más violentas, no solo generadas por el crimen organizado, sino por su mismo actuar represor en contra de los periodistas. Tan sólo en su gobierno se han registrado al menos 14 asesinatos contra comunicadores que no han comulgado con su actuar, mucho menos solapado sus actos de corrupción, que viéndola ligera son varias acciones que incluso se han denunciado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que propiamente no atiende casos de corrupción, pero si acciones colaterales que han violentado el estado de derecho de los comunicadores.

Reporteros sin Frontera, un organismo internacional que precisamente protege a las personas que ejercen la actividad periodística ha dicho que México es el país más peligroso para ejercer esta profesión y la vimos con la ejecución del fotoperiodista, Rubén Espinoza Becerril a quien por querer salvar su vida de las amenazas de las que había sido objeto en el estado de Veracruz donde ejercía la profesión desde hace más de ocho años se regresó a la capital del país, su ciudad natal, y hasta acá mismo los sicarios lo siguieron para darle muerte, no sólo a él sino a cuatro mujeres más que habitaban un departamento de la colonia Narvarte.

Lo preocupante de este asesinato es que no hay responsables, ni la autoridad federal, estatal e incluso la del DF han dado una explicación lógica del ¿Por qué? Fue ejecutado de esa forma. Lo cierto es que previo a su muerte, Rubén Espinoza había hecho ya algunas declaraciones al respecto y había señalado que se regresó a México por las amenazas de las que había sido objeto en la capital veracruzana, es decir Xalapa que incluso la intención de Javier Duarte era darle un certero golpe a Rubén para que dejará de publicarlo.

De acuerdo con información de Artículo 19, Rubén Espinosa se especializaba en la cobertura de protestas sociales, y a pesar de ser víctima del desplazamiento forzado provocado por la violencia en el estado de Veracruz y en su contra, siguió publicando y trabajando en lo que más le gustaba que era ser fotoperiodista.

Artículo 19 destacó que el homicidio de Rubén Espinosa marca un nuevo hito en la violencia contra la prensa en México. Es la primera vez que un periodista desplazado internamente es asesinado en el Distrito Federal. La violencia que había sufrido Espinosa era conocida públicamente, por lo que el homicidio del fotorreportero se produjo sin que las autoridades encargadas de proteger periodistas en este país movieran un solo dedo a favor de Espinosa.

“Artículo 19 ve con suma preocupación que la Ciudad de México deje de ser el refugio seguro el cual albergaba a decenas de periodistas desplazados”. Es inconcebible que en México haya, agrega Artículo 19, con el asesinato de Espinosa, 88 periodistas asesinados y las autoridades se atrevan a decir que están haciendo todo lo que pueden para proteger periodistas. Cuando la realidad es que la violencia contra la prensa crece -así lo dicen los números- y con ella la impunidad en todos y cada uno de los casos. “El homicidio de Espinosa vuelve a poner en el centro la situación de Veracruz y la negligencia de las autoridades locales para brindar protección a los periodistas. Hoy, dicha entidad, sigue siendo el lugar más peligroso para la libertad de expresión en toda América Latina.

“Artículo 19 hace un enérgico llamado a la Secretaría de Gobernación, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que desde sus facultades hagan todo lo posible para brindar justicia. Al mismo tiempo, hacemos el llamado para que la PGR atraiga el caso y disponga de todos los recursos del Estado mexicano para dar con los responsables del homicidio”.

Ante tal situación violenta que viven los que ejercen el periodismo es importante señalar el riesgo es latente, sin que exista actualmente una autoridad que realmente defienda la profesión, dicen que hay  una fiscalía en la PGR, misma que sirve para dos cosas, para nada y para nada. Crean comisiones, fiscalías y la violencia contra los comunicadores sigue en ascenso. ¿Hasta cuándo dejará de existir ese hostigamiento en contra de los comunicadores? Mientras eso sucede seguirá habiendo asesinatos, desapariciones y todo tipo de violencia contra los periodistas. ¡aguas!…. hasta mañana y ojo cuídese porque la situación de violencia está del cocol. Comentarios a [email protected]

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