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Para la izquierda electoral, parlamentaria o reformista, se decía hasta hace unos años.
La izquierda desde el 7 de septiembre del 2014 con una elección interna, que aunque llevada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y declarada sin incidentes, como las mejores obras mostro al poco tiempo una grave serie de vicios ocultos y prácticas sucias, ha dejado un rastro accidentado y huellas vergonzosas poco aceptables desde una ética histórica de la izquierda.
Aun la izquierda, desde su representación en el partido oficial, en el statu quo, reivindica las causas libertarias, justas, nobles, revolucionarias e independientes, al desgastarse el régimen por el abuso de poder y la simulación, se provocan y sucede la salida de quien o quienes representan esta postura o levantaban estas causas.
Así salió del poderoso y hegemónico partido oficial el ala izquierda cardenista, no podía ser de otra manera cuando el neoliberalismo desplazo al nacionalismo revolucionario.
Hoy sucede de nueva cuenta una salida, un desprendimiento, la nueva izquierda, autollamada inteligente pero también socialdemócrata sumamente moderada de actuar en comparsa con el poder, lleva a la salida de destacamentos importantes de izquierda. La izquierda electoral, precisando, se encuentra hoy dividida y hasta confrontada.
En el grupo de la izquierda electoral aún se reconoce al Partido de la Revolución Democrática con un gran desgaste a cuestas y perdida de destacamentos con votos, al Partido del Trabajo desplazado y en preocupación de votos para mantener el registro que lo llevará a alianzas necesariamente y al Partido Movimiento Ciudadano que recoge liderazgos y que a más de uniformidad ideológica agrupa contingentes, lo que puede cambiar una correlación; a lo que se sumará el Partido MORENA que no podrá hacer alianzas mostrándose en su real nivel de convocatoria y le disputa ya una parte de clientela de votos junto con el Partido Humanista.
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Si el ejercicio de gobierno trae desgaste, el actuar con imprudencia ante el ciudadano elector trae costos.
La izquierda deberá entender que la próxima contienda electoral no será fácil y no es por la vía de imágenes fabricadas como se obtiene el poder, más aun como se mantiene en el poder, se corre el riesgo de perder el poder al ser comparsa y perder el proyecto de transformación social, que eso es lo que le da valor a una verdadera postura de izquierda, el ser instrumento de la sociedad para transformaciones.
Se recuerda y se señala que se votó por un gobernante de izquierda en la ciudad de México, o en los casos o representaciones populares que se hizó, lo que no se debe entender como un gobernante rijoso, peleonero, sino a una representación de poder que se diferencia, que tiene un proyecto propio y diferente, que muestra en su actuar y tomar decisiones la factibilidad y validez de su propuesta política.
Se señala que no se olvida de asuntos, temas en su lenguaje, como el salario, la protección de la planta productiva y del campo, la reforma política de la ciudad de México, la seguridad pública, el transporte público, el agua, el petróleo, la electricidad y la democracia, son asuntos pendientes.
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Los independientes.
Los candidatos independientes son una posibilidad que dará a los boletas en casos a más de 10 contendientes por los espacios de poder político.
Aun cuando, considerando mecanismos de participación, de los más posibles sobre los menos que decidan como una verdadera aristocracia, la elección de los candidatos independientes será más difícil frente a los candidatos de partido por la desigualdad en recursos y mecanismos institucionales, incluido el encargado de la organización de las elecciones. Los independientes no tienen voz ni representación ante las juntas electorales.
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Una coincidencia generalizada es señalar las grandes dificultades que enfrentarán los partidos políticos en las campañas constitucionales que esta por arrancar, una vez se dé por cerrado la etapa de selección de candidatos en que se ha utilizado la negociación de mesa, la negociación de bandas en lo oscuro, los apartados de lugar por “juanitos” o de partido vía alianzas, las compensaciones para serenar ansias, y hasta tómbolas, como verdadero circo, de donde salen “suertudotes”.
Pero ninguno partido puso en práctica el procedimiento de votación directa de sus bases militantes para elegir a sus candidatos, será que desde ahí se le teme a la voluntad popular, por eso luego se tienen ciertos errores, ciertas situaciones y tendremos a expresarles “se los dije”.