Organizaciones sociales, políticas, cívicas y gremiales lanzan la convocatoria de construir un constituyente popular, a manera de tercer estado, como respuesta inmediata al conocer la aprobación de la reforma política del Distrito Federal por la Cámara de Diputados y el cerrarse en automático espacios de participación y expresión ciudadana abierta y libre, marcando un control mediante candados del régimen para mantener su dominio.
Aun cuando se trate de una reforma constitucional y de que el asunto es sobre la determinación de la capital del país los principales afectados deben tener un papel principal, sin limitar la opinión de los demás, mediante su participación en la asamblea constituyente que en su tarea principal será redactar la constitución e instaurar el congreso local con la nueva forma de organización política.
En declaración pública señalaron que ese paso se da hoy al tener el régimen autoritario control sobre este territorio, pero además con un costo político histórico para la izquierda que no quiso empujar más en esa dirección aun cuando se tenía en los programas político partidistas, pero también para la derecha que al asumir en dos periodos la presidencia dela república dejo de un lado su declarativa intención democrática para actuar igual a quien criticaba rudamente.
En la idea de un sistema político de control autoritario, en que el partido oficial como supra partido mantiene la hegemonía ha renovado estilo pero con esencia del viejo régimen, se da esta intentona en la condición de que se tenga control mas no en una forma democrática en la que los ciudadanos ejerzan plenos derechos y obligaciones, dejando de ser ciudadanos de segunda frente a las demás entidades, y los órganos de gobierno tengan plena soberanía sin amenaza de un poder supremo que pueda destituir a falta de correspondencia de intereses.
Llevar el proceso con la decisión de una junta de notables proporcionados por interés político además de un control deja ver que una aristocracia política decida el destino de la entidad cuando el asunto público como tal debiera ser resuelto por los ciudadanos de manera abierta, libre y democrática, recordando que también se trata de la entidad a la que se le reconoce el mayor nivel de participación política.
Con fundamento en el artículo 39 constitucional y demás relativos de la actual legislación local, ciudadanos y organizaciones del Distrito Federal se proponen reunirse durante la última quincena de diciembre para redactar una proclama convocando mediante elección directa a la instalación de la asamblea popular de los ciudadanos del Distrito Federal, la que de inmediato en ese mismo acto se le llamará constituyente popular y que mediante un cuerpo representativo instrumentara las acciones necesarias para proteger los derechos políticos de los ciudadanos de la entidad.
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