Todo un conflicto diplomático han causado algunos Zetas ebrios que dispararon el fin de semana en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a un helicóptero estadunidense que sobrevolaba cerca del muro fronterizo.
Poco después de las 17:00 horas del pasado viernes 5 de junio, un helicóptero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos hacía un sobrevuelo en Laredo, Texas, en labores de reconocimiento.
Según versiones de fuentes de seguridad del estado, al menos cinco sicarios de mínima jerarquía del cartel de Los Zetas, tomaban y se drogaban en el Ejido La Cruz, cerca del muro, cuando divisaron el aparato. Envalentonados, tomaron fusil y comenzaron a disparar a la aeronave profiriendo amenazas. Fueron al menos cinco disparos y según testigos dos de ellos dieron en el blanco.
La nave colaboraba con agentes que intentaban irrumpir una operación de narcotráfico en un rancho llamado La Bota, ubicado en los márgenes del Río Grande de lado norteamericano. Las balas impactaron las alas del rotor y la cabina. El piloto se salvó debido a que estaba sentado sobre su chaleco antibalas.
Como es lógico, y en respuesta, el gobierno estadunidense ha programado el envío de dos helicópteros BlackHawk, de los usados por el ejército de aquel país, para sustituir al dañado.
Este tipo de helicópteros están blindados contra armas de bajo calibre como las que presuntamente fueron utilizadas en el incidente del pasado viernes, y se utilizan para operaciones en zonas de alto riesgo.
La cancillería, por supuesto, ha rechazado esta acción, pero sorprende el tono que ha utilizado para su protesta. En un comunicado rechazó categóricamente cualquier expresión orientada a ver a la frontera como un espacio de amenaza a la seguridad y no de buena vecindad.
¿Buena vecindad? A ver, no caigamos en lugares comunes ni en discursos de cajón. Sinceramente no es de buenos vecinos tener a un estado en la frontera controlado por el crimen organizado. Este tipo de incidentes los produce Tamaulipas al mayoreo porque la delincuencia se ha enquistado en el gobierno y la sociedad a niveles insospechados.
Lo que pide la administración de Barack Obama, algo que exigiría cualquier país en el mundo, es una frontera segura, algo que no se puede dar en esa zona de territorio tamaulipeco, y por eso este diferendo diplomático no extraña, porque se generó precisamente en Tamaulipas.
Insistimos, desde hace años esta entidad se ha rendido ante el narco y ni el gobernador Egidio Torre Cantú ni el operativo federal han logrado someter a las bandas del crimen organizado que hacen y deshacen a su antojo. Tache.
PARA EL REGISTRO Menudo reto tienen los candidatos independientes que ganaron en las elecciones pasadas a lo largo del país. No solo deben demostrar a todos que saben gobernar, sino que deben hacerlo con colaboradores que sí profesan simpatía por partidos políticos. Esperemos que el poder o esos mismos colaboradores no los envilezcan y terminen sirviendo a una camiseta olvidando a la ciudadanía *** A pesar de que el PRD fue el gran perdedor de la elección pasada, es en el PAN donde se ha desatado la guerra para derrocar al dirigente Gustavo Madero. Como se sabe, el férreo personaje que impulsa con todo esta campaña es ni más ni menos que el ex presidente Felipe Calderón. ¡Qué tiempos! En verdad se extraña cuando los ex presidentes calladitos se veían más bonitos *** Un saludo a todos aquellos que recordaron nuestro humilde onomástico. Siempre es un agasajo cumplir años. Aquí estamos y aquí seguimos. Gracias y buen fin de semana.
Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario
