Las medidas anunciadas la víspera por el presidente Enrique Peña Nieto para hacer frente a las agresiones del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, son poco menos que blandas, atiborradas de retórica barata, generalidades y carentes de claridad.
El gobierno de México dice en pocas palabras que ante los ataques del rencoroso tirano hacia nuestro país no solo debemos poner la otra mejilla, sino intentar dialogar con alguien que no nos quiere escuchar.
Cuando el ahora presidente estadunidense comenzó sus ataques contra los mexicanos en campaña, las voces de numerosos intelectuales se elevaron para defender los derechos de minorías en aquel país. Pero fue el destacado escritor e historiador Enrique Krauze quien dio al clavo en la forma en la que el gobierno mexicano debe responder a tales energúmenos: “al tirano, se le confronta”.
Pues bien, o no entienden o no quieren entender los allegados al presidente mexicano —y le hablo al canciller Luis Videgaray en específico— que un discurso blandengue y plagado de demagogia de hace cincuenta años no hará mella en la desafortunada política exterior que mantiene Estados Unidos con México.
Lo que se necesita es una confrontación directa —mas no enfrentamiento— con el bravucón, para hacerle entender que nuestro país no solo es una soberanía que debe respetarse, sino que debe reconocer la importancia de México y el trabajo de miles de mexicanos para la economía de su propia nación.
Con su reciente pronunciamiento, Enrique Peña Nieto nos pide un voto de confianza, pero ¿por qué confiar en alguien que invitó al mismo Trump en campaña y le dio trato de Jefe de Estado? ¿por qué confiar en alguien que tiene 12 por ciento de popularidad, un índice que refleja que no escucha a miles de mexicanos que dice gobernar? No señor. Mal y de malas en la política de relaciones exteriores.
PARA EL REGISTRO Juan José Esparragoza Monzón, hijo del desaparecido narcotraficante sinaloense Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, y quien fuera uno de los líderes del Cártel de Sinaloa junto con “El Chapo” y “El Mayo” Zambada, fue detenido en Culiacán, Sinaloa, sin que se realizará un sólo disparo. El hijo del capo fue capturado después de cenar en un restaurante del Paseo del Ángel en el corazón del centro de esa ciudad. Monzón es hijo de Gloria Monzón Araujo, quien ha sido señalada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de crear una red de gasolineras en esa capital que presuntamente servían de fachada para blanquear recursos. Hoy en día estas empresas se mantienen cerradas debido a las acciones de la PGR. Lo cierto es que esta captura puede clarificar uno de los grandes misterios del narco en México, la muerte precisamente de “El Azul”, ya que en mayo del 2014 se dijo que falleció de un infarto provocado por las lesiones que sufrió tras un accidente carretero, pero para los gobiernos de México y Estados Unidos todavía no se confirma el deceso de Juan José, por lo que en teoría seguiría operando y su hijo recién capturado podría ser su ejecutor y fachada dentro del cártel. Gracias y hasta mañana.
@betata75