Mariguana, un avance a medias

Mucho podemos considerar como avance lo que anunció el presidente Enrique Peña Nieto en torno al tema de la mariguana. El proponer despenalizarla para medicamentos e investigaciones terapéuticas es una decisión de avanzada que México necesitaba con urgencia.

Es de destacar también la propuesta de aumentar de 5 a 28 gramos la posesión para uso personal del estupefaciente y, de aprobarse en sus términos, las personas presas o sujetas a procesos por posesión simple menor a este gramaje, quedarían en libertad.

Con esta propuesta el presidente enmendó lo que a todas luces pretendía ser un error, ya que mantener la prohibición de la hierba en todo aspecto era inaceptable, pero no lo hizo de manera completa porque conservar la criminalización para el consumo recreativo y continuar la persecución de la producción y comercialización es un error.

La iniciativa cojea de origen y es una muestra más de las políticas ambiguas y a medio hacer. No suena coherente que por un lado puedas poseerla y que al arrestarte por transportarla o consumirla —aunque sea el gramaje correcto— te finquen cargos por comprarla, o te obliguen a delatar a tu vendedor, personaje que por cierto seguirá incurriendo en una actividad ilegal.

Entendamos que en los hechos se quiere hacer entender que hay una apertura gubernamental hacia la mariguana, y puede que así sea, pero el no despenalizarla totalmente da oportunidad a los cuerpos policiacos, corruptos como ellos solos, continúen extorsionando a consumidores a quienes seguirán considerando delincuentes por el hecho de comprarla.

Ante estas dudas, el Presidente concedió inusuales entrevistas a medios de comunicación, en las que defendió esta evidente omisión en su propuesta argumentando que legalizarla totalmente es una forma eventual de acceder a otras sustancias mas nocivas. Aseguró a micrófonos una y otra vez que la mariguana es una droga que hace daño y que su decisión de seguir con la prohibición de su producción y distribución es para evitar esos efectos en los adictos.

Pero a ver señor presidente, con todo respeto, ¿qué el alcohol y el cigarro no hacen daño cuando se abusa de ellos? ¿O acaso cree usted que estas drogas legales no causan adicción, o que sus efectos nocivos en las personas son normales o aceptables? ¿O será que no hay una poderosa industria de la mariguana que compre conciencias como lo hacen las poderosas productoras de bebidas alcohólicas y tabacaleras?

Lo que vemos aquí es a esos influyentes sectores de derecha, y algunos rancios de izquierda, imponiendo su visión moralista basada en prejuicios arcaicos y obsoletos. Lo que propuso el presidente pudo trascender como una gran política de estado, pero se quedó a medias.

Ah por cierto, en términos generales esta iniciativa implica aceptar el fracaso de la lucha contra el narcotráfico de este y el anterior gobierno. Esperemos que más adelante, la siguiente administración, enmiende la plana.

PARA EL REGISTRO Numerosos comentarios acerca de la última entrega de Apuntes y Relatos en torno a la niñez y los peligros de la red. La mayoría para avalar esa realidad. Sin duda un tema de actualidad e importante. Una amiga muy querida y ávida lectora de esta columna, me comparte lo siguiente: «hace tiempo una amiguita muy cercana de mi hija pequeña, de 12 años igual que ella, le mandó solicitud de facebook y la aceptó. Ella ya tenía tiempo con su cuenta, pero su mamá no sabía, y un día me dice mi hija ´mami mira lo que publicó mi amiga´ y ví las fotos y estaba desnuda de la cintura para arriba y se las mandaba a un niño que le gustaba. Me quedé helada, no sabía qué hacer y después de pensarlo fui con la mamá de esa niña y ella descubrió que también se las había mandando a un tipo que dizque estaba buscando modelos para un comercial». Terrible realidad, pero al menos este caso no llegó a mayores. A esto me refería en la anterior entrega cuando pido cerrar filas como sociedad. Saludos y buen fin de semana. Gracias.