En las próximas semanas seremos testigos del talante del que está hecho el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. Al tiempo que escribo estas líneas, representantes de México llegan a los Estados Unidos para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), una medida anunciada por el rencoroso presidente estadunidense Donald Trump desde su campaña.
El empresario llegado a la Casa Blanca ha dicho, sin embargo, que no es tiempo de hablar sobre dicho acuerdo, pero el gobierno de México ha decidido adelantar vísperas y comenzar los alegatos de un tema que seguramente concluirá con la salida de nuestro país de tan emblemático tratado comercial.
No todo está perdido, el presidente mexicano tiene la oportunidad para ser el estadista que el país espera y remontar su baja popularidad para terminar el sexenio con dignidad, y no como el mandatario que escándalo tras escándalo vapuleó el bienestar de los mexicanos.
Hay algo especial en este conflicto que puede jugar en su favor y es que deberá responder por los mexicanos, y su defensa no será, como en anteriores ocasiones, por su partido, por su esposa o por cuestiones personales o de gabinete.
Simple y llanamente es un conflicto con otro país en el que puede erigirse como el político que prometió ser en campaña; un líder audaz y con valor a la hora de defender los intereses de la nación.
Y si bien el pronunciamiento que emitió hace unas horas sobre la política en la relación con el vecino del norte es demagogia barata que no representa un buen principio, la oportunidad de oro sigue ahí y los “inteligentes” asesores del mandatario deberían mostrarle al titular del Ejecutivo el camino para mejorar su posicionamiento.
Es sencillo, el presidente aún puede corregir lo mal que se ejecuta la política de relaciones exteriores ante el bravucón de Donald Trump, y de lograrlo, puede acarrearle capital político a su persona y a su partido. Pero no solo eso, el confrontar de una vez por todas al visceral mandatario estadunidense puede ser el factor de unión que necesitamos ante el panorama negro y hostil que nos espera dentro y fuera de nuestras fronteras en los próximos meses.
PARA EL REGISTRO Una fuente en el Palacio de Gobierno de Toluca, Edomex, me cuenta que existen serias preocupaciones por las próximas elecciones y que por primera vez en décadas el PRI corre el riesgo de perder la entidad mexiquense, la joya de la corona del sistema electoral. Estamos hablando de 11 millones de electores que aporta el Edomex al padrón nacional, por lo que priistas de todos los rincones están siendo convocados para reforzar al partido en las próximas elecciones del 4 de junio, independientemente de quién sea el candidato tricolor para contender por la gubernatura. Me cuentan además que reconocen que esta pérdida de simpatía se debe a la mala gestión del presidente Enrique Peña Nieto, pero también al gobierno de bajo nivel que encabeza el actual mandatario estatal Eruviel Ávila Villegas. Sea una cosa u otra, el priismo mexiquense la tiene muy complicada *** Decían en el gobierno que no se afectarían los precios por el gasolinazo, que no debería ser. Pues el INEGI dio a conocer que en la primera quincena de enero de 2017, los precios al consumidor registraron un incremento de 1.51 por ciento y con ello, la inflación a tasa anual se ubicó en 4.78 por ciento, la más alta para un mismo periodo desde 1999, y agregan que este incremento es solo es temporal. Aún creen que nos engañan. Gracias y hasta mañana.
@betata75