La guerra que Mancera no quiere ver

Siempre es de lamentar que la política obstaculice y frene el avance de la sociedad, pero cuando se intenta negar con ella el clima de inseguridad e impunidad que vive la población, es por demás preocupante.
Hace un par de años adelantamos aquí que la Ciudad de México no está exenta del tráfico de drogas, y que para los narcotraficantes la megalópolis representa el mercado más jugoso del territorio nacional.
Contamos también que no hay peor político que el que no quiere ver y que se equivoca el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, al insistir en la versión de que en su ciudad no pasa nada y no hay presencia de cárteles de la droga.
Pues bien, aquí le decimos por enésima ocasión que el crimen organizado en pleno se ha apoderado de la Ciudad de México, y alguien sensato debería decirle que deje atrás el interés político y ponga manos a la obra, porque una estrategia negacionista como la que empecinadamente quiere mantener, nunca ha sido buena aliada electoral.
Aunque no lo quiera ver, la guerra de cárteles, con todo y sus ajustes de cuentas y bloqueos, se apodera poco a poco de las calles de la ciudad que dice gobernar.
Hasta hace algunos años, sobre todo antes de que se aprehendiera por segunda ocasión a Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», y se creara la llamada Federación de Sinaloa, la principal área metropolitana del país era un espacio considerado “neutral” para los capos de la droga en cuestión de enfrentamientos, porque aquí viven y estudian sus familias.
Esta ciudad, insisto, es el “gran mercado” para la delincuencia organizada, aquí se ubica el grueso de la población con alto poder adquisitivo y muy susceptible a secuestros, consumo de droga y extorsiones; por este motivo, los narcos decidieron repartírsela y delinquir en zonas claramente acordadas.
Hasta ahora cinco células operan en la plaza: El Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Estado, La Empresa, Guerreros Unidos y la Nueva Empresa, la mayoría células de los cárteles de Los Beltrán Leyva, de Los Valencia, del Cártel de Sinaloa y del Cártel del Golfo. Estas organizaciones extorsionan, asesinan, roban, cobran derecho de piso y someten a autoridades de la Ciudad y su área conurbada.
El nuevo en el escenario es el Cártel de Tláhuac, que se formó de las cenizas del otrora tradicional Cártel de Iztapalapa, y que cobró fuerza de dos años a la fecha gracias a líderes eficaces que aprovecharon los vacíos de organizaciones grandes en el suroriente de la urbe.
Como ya lo hemos dicho, la capital del país se encuentra en guerra, y a pesar de que lo niegue su gobernante, padece frecuentemente de ejecuciones, ajustes de cuentas, bloqueos y trasiego de droga. Mal hace Miguel Ángel Mancera al negar lo evidente, y desde aquí le advertimos que ninguna campaña o aspiración política puede triunfar basada en tanta indolencia.
PARA EL REGISTRO Una tragedia migratoria más. Ocho personas fueron halladas muertas en el remolque de un camión frente a una tienda Wal Mart en Texas, en medio de un fuerte calor en la zona. La policía local calificó el hecho como un espantoso caso de tráfico de personas. En el contenedor había unas 40 personas más de nacionalidad mexicana y centroamericana. El conductor fue detenido. *** Buen inicio de semana y gracias por sus comentarios en redes sociales.
 
 
@betata75

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