Insensible, obtuso y torpe

Como si faltara más leña en el fuego, el presidente Enrique Peña Nieto atiza el polvorín en el que se ha convertido el país por el brutal aumento a la gasolina.
Por un lado, resucita a su amigo Luis Videgaray Caso como nuevo Canciller, personaje que no ha demostrado eficacia como diplomático y sí errores como traer a Trump al país; y por el otro, y al más puro estilo cantinflesco, advierte en mensaje a medios que no dará marcha atrás al aumento en la gasolina, en una explicación que sinceramente nadie entendió.
La zona centro del país es ya todo un caos. Era previsible que las protestas y saqueos por el aumento a los hidrocarburos se elevaran de tono y el titular del Ejecutivo, luego de cuatro días de ausencia en esta crisis, no salió a calmar los ánimos.
El mensaje la víspera en Los Pinos viene a confirmar lo que algunos analistas internacionales aseguran desde hace algunas semanas; que el gobierno de México se ha convertido en un grupúsculo de insensibles que toman decisiones obtusas y en ocasiones con una gran torpeza.
Peña Nieto ni siquiera dijo “analizaremos” el aumento que está provocando el caos y en lo confuso de su mensaje dio a entender que le hagamos como queramos, que las cosas van a ser así y ni modo. De más está que comparta la molestia de la sociedad, porque independientemente de que se pueda o no hacer un ajuste a la baja, al gobierno no le interesa entablar un puente de comunicación con los ciudadanos.
Ese es el motivo de los saqueos, un gobierno que no escucha, que no se molesta en pedir opiniones a la gente que dice gobernar. Un gobierno que cree que hace lo correcto cuando la gente está en las calles prendiendo fuego a gasolinerías y saqueando comercios.
No nos confundamos, no se apoya de ninguna manera la anarquía, pero el mensaje de Los Pinos luego de días de ausencia debió estar encaminado a serenar los ánimos de la ciudadanía. Se equivoca el presidente y se equivocan sus asesores. Estamos ante la crónica de una comunicación política presidencial fallida y de aquí al final del sexenio solo veremos a Peña Nieto en caída libre.
Y de Videgaray, ni gastar tinta. Parafraseando a mi amigo Alejandro Hope en su muro de facebook… “El nombramiento de @LVidegaray es la apoteosis del estilo político Atlacomulco: designo a mi cuate por a) ser mi cuate y b) tener conectes”. Lo dicho, insensibles, obtusos y torpes.
PARA EL REGISTRO A minutos de haberse nombrado a Videgaray en la Cancillería, pasando por encima de destacados diplomáticos de carrera, el dólar subió a la friolera de 21.90 pesos. ¿Así o más claros los errores? Gracias y hasta mañana.
@betata75

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