A finales de agosto del año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que en México se ha registrado un incremento de homicidios, por lo que anunció una estrategia concentrada en 50 de los municipios con más problemas de violencia.
La estrategia lanzada por la Presidencia pretendía fortalecer los programas e instituciones de prevención social y conminaba a gobernadores y funcionarios locales a asumir una mayor responsabilidad en la seguridad pública, al tiempo de asegurar el apoyo continuo de las fuerzas federales.
A poco más de medio año, esta acción no presenta avance significativo y se puede considerar un rotundo fracaso debido a que la dinámica criminal sigue alimentando tasas cada vez mayores de homicidios a pesar de los esfuerzos del gobierno.
Según un análisis hecho por el portal Animal Político, el número de homicidios registrados entre septiembre de 2016 y febrero de 2017 aumentó en 37 de los municipios en comparación con el número de asesinatos observados durante el mismo período del año anterior.
Las cifras muestran que los homicidios disminuyeron en sólo 12 de los 50 municipios seleccionados, y se mantuvieron en uno de ellos. Por otra parte, de los diez municipios con mayor aumento, ocho vieron su tasa de homicidios más del doble, incluyendo tres municipios donde la cifra se triplicó.
Y aunque la estrategia parece haber tenido éxito en algunos municipios como Acapulco, Monterrey o Puebla, donde las disminuciones respectivas de aproximadamente 15, 33 y 35 por ciento en las tasas de homicidios son significativas, las pocas y ligeras mejoras son en gran medida eclipsadas por el aumento extremo de los homicidios en numerosos municipios.
Se ha documentado que más de la mitad de los homicidios en México están vinculados al crimen organizado. Algunos estados, como Baja California Sur, Tamaulipas o Michoacán, no sólo presentan porcentajes muy altos de asesinatos relacionados con la delincuencia organizada, sino que también son la ubicación de algunos de los municipios con mayor aumento en las tasas de homicidios.
De hecho, la estrategia de 50 ciudades puede haber sido defectuosa desde el principio; ya en septiembre de 2016, el plan fue duramente criticado por ser extremadamente vago con respecto a los programas de prevención y por asemejarse a políticas anteriores cuya eficiencia -o la falta de ella- no había sido rigurosamente evaluada.
Programas van y vienen, y las noticias criminales siguen ocupando los titulares de noticieros. El crimen organizado se ha extendido a zonas del país que antes gozaban de cierta tranquilidad, como los estados de Colima o Tlaxcala, y no es aventurado decir que el crimen organizado pronto dominará gran parte del territorio nacional.
PARA EL REGISTRO Comienzan los predestapes en el PRI. La Corriente Solidaridad, que aglutina a unos 15 mil priistas, busca que José Narro Robles, hoy secretario de Salud y ex rector de la UNAM, sea el candidato tricolor a la Presidencia en 2018. Dicen que por su honestidad y aceptación social. ¿Será? *** Los que no tienen remedio son los del PRD. Uno de los cánceres de ese partido desde su nacimiento fue la pelea entre tribus que siempre buscaron el poder por el poder mismo, dejando de lado su lucha partidista. Hace algunos años con la fractura que dio lugar a Morena parecía que el partido se encaminaba a una nueva era donde tribus podían convivir a pesar de sus divergencias, pero no es así. El PRD está destinado a desaparecer y es lo mejor que podría hacer en beneficio del sistema político de este país. El burdo y ridículo episodio de los senadores contra su dirigente Barrales es la cereza de este pastel que ya se echó perder. Gracias y buen fin de semana.
@betata75