Hace unas semanas en una plática con colegas charlamos sobre la animadversión de Donald Trump hacia nuestro país. Exploramos motivos económicos, sociales y políticos, pero no encontramos una razón válida para tanta agresión. ¿Por qué Donald Trump odia tanto a México? ¿Por qué ese afán de levantarse diario a tomar decisiones para que a su vecino país le vaya mal?
Fue hace unos días en una charla con el historiador Lorenzo Meyer, en la que caí en cuenta que no es una serie de factores lo que pudo haber influido para que a este burdo personaje no le haga falta México, es simplemente su odio al país. He aquí sus palabras:
“Mira Antonio, a Trump ya no le interesa México, durante el pasado siglo el gobierno de Estados Unidos procuraba tener bien a nuestro país como interés nacional, pero ahora no, ya no lo acepta como tal.
“Trump ha redefinido su interés en tomar más y más distancia de México, se han volteado los papeles; hubo un tiempo en el que el nacionalismo mexicano era tomar distancia de Estados Unidos porque el poder de esa estructura política era enorme, y nos podía absorber, pero resulta que la historia nos hizo dependientes a fondo.
“Pero llega este hombre y de buenas a primeras, sin importarle el golpe a su economía, a su sociedad y a su estructura política globalizada, dice `ni los quiero de dependientes ni nada´ y el problema de los indocumentados es parte de eso.
“Este hombre acusa, `bueno, si los indocumentados me crean grandes problemas aquí, pues que los provoquen allá, ahí van sus bad hombres, son suyos´, y en su locura, además, nos culpa del narcotráfico, nos culpa de envenenar a sus ciudadanos”.
Para el académico del Colegio de México “la decisión unilateral de declararnos un problema, es solo para el regodeo del gigante. Trump, al ser un villano para los indocumentados que criminaliza, se muestra a sus seguidores como su héroe, su líder que puede aplastar al delincuente y sus fans le aplauden”.
No puede tener más razón Lorenzo, el asunto de Trump con México es un asunto personal, es lo más cercano a la verdad, “sin decírnoslo, pero haciéndolo, redefinió que México pasó de ser una área que le interesaba y en la que debía poner cierto cuidado, a otra en la que no tiene ningún empacho en deshacerse de ella, y lo hará”.
PARA EL REGISTRO Se avecina una tormenta al interior del PRD luego de que el senador del sol azteca Miguel Barbosa, además coordinador de su partido en la Cámara Alta, externó su apoyo a Andrés Manuel López Obrador para las elecciones del 2018. Como diría su correligionario Jesús Ortega, ¿le conviene a él estar en un lugar como es el grupo parlamentario del PRD que él rechaza, el PRD que él no considera viable?, ¿le conviene?, ¿es congruente con él estar en un lugar que está permanentemente repudiando? Gracias. Hasta mañana.
@betata75