Luego de dos decapitaciones de periodistas a manos del grupo islamista Estado Islámico, el conflicto en Medio Oriente comienza a poner nerviosos a los Estados Unidos, y de paso a México.
Y es que no es para menos, la violencia y extremismo que han mostrado estos grupos en Irak y Siria contra lo que consideran una intromisión del gobierno de Barack Obama, ha desatado una verdadera paranoia.
El Estado Islámico declaró un califato (un sistema político único de la ideología del Islam) a finales de julio de 2014 y, desde entonces, se está dedicando a expulsar a las religiones minoritarias de la zona por considerarlos infieles.
Por lo pronto, el gobernador de Texas, Rick Perry, señaló en días pasados que la falta de un control de la frontera sur de Estados Unidos con México coloca al país frente a un creciente riesgo de ser blanco de un ataque terrorista del Estado Islámico.
En un foro sobre migración organizado por la conservadora Heritage Institution, el texano aseguró que “existe una enorme preocupación de que debido a las condiciones que presenta la frontera, por no estar bajo control y sin saber quién está entrando, individuos de la célula británica del Estado Islámico (EI) o de otros estados terroristas podrían intentar ingresar de manera ilegal”.
Las declaraciones del gobernador se dieron luego de que informara del arresto de tres ciudadanos de Ucrania hace unas semanas en un rancho en Texas.
Por tal razón, Perry sugirió el uso de recursos aéreos y bardas estratégicas para reforzar la frontera. El mes pasado también ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera de su estado con México, luego de la ola de niños migrantes que cruzan solos.
Ante estas declaraciones, las autoridades mexicanas aseguraron que no tienen ningún indicio de que haya grupos extremistas islamistas intentando entrar a Estados Unidos a través de México.
Muy oportuna, la Embajada de México en Washington emitió un comunicado respondiendo al gobernador texano y aseguró que “funcionarios de México y Estados Unidos mantienen comunicación permanente e intercambios de información y no hay indicación alguna que permita siquiera suponer lo que el Gobernador Perry ha declarado”.
Como se sabe, el Departamento de Estado de Estados Unidos en su más reciente informe sobre terrorismo en el mundo descartó la operación de grupos terroristas internacionales en México.
Es más, el Pentágono también ha afirmado públicamente no tener indicación alguna que haga suponer que terroristas estén cruzando a Estados Unidos por la línea divisoria con México.
Pero ¿qué tan posible puede ser que miembros del Estado Islámico entraran a territorio estadounidense a través de la porosa frontera con nuestro país?
La semana pasada el portal Judicial Watch informó, citando a fuentes gubernamentales, que el Estado Islámico ya cuenta con efectivos en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Del otro lado, en el Condado de Ana en el Paso Texas, se ubica el polígono militar y aeroespacial White Sands, un potencial objetivo para estos terroristas. Otros objetivos podrían ser la base militar de Fort Bliss, ubicada a 10 kilómetros de Ciudad Juárez, y la base aérea de Holloman, a 140 kilómetros.
También se dio a conocer que el mes pasado el ex oficial de operaciones encubiertas de la CIA, Mike Baker, aseguró en una entrevista que hay «mucha comunicación» entre el Estado Islámico y los cárteles mexicanos del narcotráfico.
Baker señaló que el Estado Islámico conoce perfectamente la falta de seguridad existente en la frontera de Estados Unidos con México y sugirió que podrían cruzarla con la ayuda de narco-cárteles mexicanos.
Nos gustaría decir que el gobierno de los Estados Unidos miente y exagera como siempre, pero haciendo un detenido análisis, y sin dar razón al gobierno del vecino país, tal vez su preocupación esté fundada.
Es verdad que nuestra frontera norte es de las más porosas a nivel mundial a pesar de tanta vigilancia; es verdad que los alcances de los cárteles mexicanos son insospechados, y también es verdad que de 63 mil 319 extranjeros ilegales asegurados entre enero y septiembre de este año, 189 fueron catalogados como de “otras nacionalidades” (árabes, rusos, etc.), y su aseguramiento va en aumento cada año. Está para pensarle. Gracias y buen fin de semana.