Las nuevas «narcocámaras» descubiertas la víspera en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, se mandaron colocar por orden del narcotraficante apodado “El Comandante Toro”, quien está a cargo de la plaza para el Cártel del Golfo (CDG).
Luego del arresto de “El Gafe” en abril pasado, “El Comandante Toro” quedó a cargo de la ciudad fronteriza, donde lidera al grupo Los Metros, en franca guerra con Los Ciclones, ambos células delincuenciales del CDG. Pero además de lidiar en lucha interna, este capo debe enfrentar a Los Zetas, sus antiguos aliados quienes a punta de metralla intentan dominar la plaza.
Las «narcocámaras» descubiertas, por segunda vez en un mes, permitirían a «El Comandante Toro» controlar mejor los movimientos de las autoridades, pero su objetivo principal era dar caza a “Ciclón 7“ y “Orejón”, líderes de su célula rival.
Es un secreto a voces en esta ciudad que el CDG se encuentra severamente debilitado por luchas internas, a tal grado que «El Comandante Toro» ha pedido ayuda la ciudadanía para que se encarguen de informarles de quienes cometan delitos en nombre del CDG. La mañana del pasado jueves 28 de mayo amanecieron estos narcomensajes con la petición colgados en diferentes puntos de la ciudad.
En este intento de unificar y fortalecer al CDG en la ciudad, «El Comandante Toro» ideó la colocación de cámaras de circuito cerrado. Según versiones, las 39 cámaras comenzaron a instalarse desde el viernes 12 de junio, la mayoría en postes de CFE y Telmex donde estaban las anteriores (39 también).
El pasado martes por la tarde policías estatales sorprendieron a dos individuos instalando la última de las videocámaras. Los dos sujetos, que fueron arrestados, confesaron haber instalado las otras 38, por lo que las autoridades desplegaron un operativo “para desmantelarlas en su totalidad”.
Pues bien, a 24 horas de conocerse este segundo «Big Brother» criminal, el municipio —al mando de José Elías Leal— salió al paso y anunció la instalación de 500 cámaras en puntos estratégicos de la ciudad. Es más, aseguró que el ejército supervisa la instalación, en una acción tardía que en nada cambiará la situación de inseguridad.
PARA EL REGISTRO De pena ajena defender lo que a todas luces es una mentira. El Índice Global de Paz, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, ubicó a México en el lugar 144 de una lista de 162 como una de las naciones más violentas del mundo. Inmediatamente, y para contrarrestar mediáticamente este índice, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio, dijo que el país avanza en seguridad y que puede “mostrarlo” con una “disminución significativa” de delitos como el secuestro y la extorsión. Es más, aludió a “la tranquilidad que se ha venido logrando” en estados como Nuevo León, Chihuahua, Baja California, Coahuila, Durango, Veracruz, San Luis Potosí, Michoacán y Zacatecas. Lo malo es que no mencionó a Guerrero, Tamaulipas y Estado de México, estados donde a diario se viven ejecuciones y enfrentamientos. Y omitió decir que delitos comunes como el robo de autos, el asalto de todo tipo y la violencia de género azota a la población *** Ya se había tardado. La Iglesia católica se lanzó en contra de la jurisprudencia de la Corte en torno a la permisibilidad de los matrimonios gay. Lo triste es que argumentan su queja a una miserable reducción de la familia como simple célula procreativa. Gracias y buen fin de semana.