Ahora el crimen va por las escuelas

El miércoles 24 de septiembre a mediodía tres hombres armados fingiendo ser personal de Protección Civil Municipal, irrumpieron en las instalaciones de la Universidad del Valle de México en Reynosa, Tamaulipas.
Dentro de las instalaciones y ante los directivos, dijeron hablar a nombre de un comandante para blindar la escuela, y que dicho blindaje consistía en una placa que colocarían en el portón de acceso que evitaría futuros secuestros y extorsiones, que podrían ir desde cien mil, hasta los trescientos cincuenta mil pesos. Para ello, exigieron miles de pesos.
Ante tal agresión, la Rectoría ordenó inmediatamente la suspensión de las actividades educativas desde ese miércoles a partir de las 2 de la tarde, e intentó reanudarlas el sábado 27.
Las autoridades fueron debidamente alertadas y se iniciaron las investigaciones correspondientes. La dirección del plantel se reunió con los tres niveles de gobierno y las autoridades se comprometieron a brindar las condiciones de seguridad necesarias para reabrir la universidad.
Sin embargo, éstas no se lograron inmediatamente, por lo que tuvieron que mantener cerradas las instalaciones hasta este martes, luego de seis días de inactividad forzada. La vocera del plantel explicó a medios nacionales que fue necesario cerrar la escuela para resguardar la seguridad de la comunidad.
Este caso no es aislado, la página de Facebook Valor por Tamaulipas asegura que son 15 las escuelas particulares que han sido amenazadas por el crimen organizado y también algunas públicas.
Se sabe que la escuela maternal Montessori American School de la ciudad deTampico también suspendió las clases desde el viernes por amenazas y extorsiones.
Es más, el grupo Movimiento Tamaulipas por la Paz, de bastante influencia ciudadana en aquella ciudad, confirmó el cierre de esta guardería y aseguró que es la segunda ­­en lo que va de curso en la ciudad. La primera fue la William Shakespeare American Schooll, y tan grave fue el caso que la directora huyó a McAllen, Estados Unidos, sin levantar denuncia.
La administración del gobernador tamaulipeco Egidio Torre Cantú, como es su costumbre, ha negado sistemáticamente este clima de violencia, y a pesar de que autoridades se han acercado a las escuelas para conocer la problemática, obligó a la Secretaria de Educación del Estado emitir un boletín para asegurar que los servicios escolares, tanto públicos como privados, operan “con normalidad con una asistencia del 96%, lo que da muestra de que el servicio se presta en completa regularidad”.
Hasta ahora, las redes sociales reportan amenazas a planteles educativos en Oaxaca, Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Morelos y Guerrero, éste último con casos preocupantes en los que la extorsión de los criminales es directamente a los maestros.
En Acapulco, escenario de recientes agresiones de la delincuencia organizada, la situación es tan grave que 135 escuelas han decidido contratar seguridad privada para evitar extorsiones y agresiones al alumnado y a la planta docente.
Hasta hace unas semanas eran menos de una centena los planteles que contaban con este apoyo de vigilancia, pero ante el incremento de la violencia, y luego de que maestros y padres de familia de la zona poniente del puerto reevaluaran la situación, se acordó incrementar el número de escuelas con este tipo de seguridad.
Atacar a las escuelas es atacar una de las bases de la sociedad. Con estas agresiones –que seguramente se incrementarán–, se confirma la tragedia que vive México en materia de seguridad, porque el no tener seguros a nuestros niños y jóvenes en las aulas es el reflejo de una etapa severa de descomposición social que los gobiernos pretenden ocultar con la simulación.
PARA EL REGISTRO Inaudito el diálogo callejero que sostuvo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con los estudiantes del politécnico a las afueras del Palacio del Covián. Por un lado, muestra la disposición de la administración de Enrique Peña Nieto de no permitir que movimientos sociales crezcan ante la indiferencia, pero por el otro, qué riesgo permitir un diálogo que los alumnos podrán aprovechar ya no solo para las peticiones en torno al reglamento del IPN, sino para las demandas añejas del sistema educativo en general. Buena jugada para unos y para otros. Con esta entrega resucitamos esta “minisección” de Para el Registro (que se tomó unos meses sabáticos), en la que comentaremos brevemente los hechos y trascendidos políticos relevantes. Gracias y hasta mañana.
 
 

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