Aguas revueltas en el Cártel de Sinaloa

Antonio Betancourt
La lucha por la dirigencia del Cártel de Sinaloa, que comenzó desde el momento mismo en el que Joaquín Guzmán Loera cayó en manos de la justicia, promete agitarse en los próximos meses.
Recordemos que hasta antes de la caída de «El Chapo», al frente de la organización criminal estaban él y su socio y amigo por años Ismael “El Mayo” Zambada. En su mismo nivel se encontraban los hijos de ambos, tanto legítimos como ilegítimos, y a quienes se les asignaron tareas específicas e importantes de la “empresa”.
En el siguiente nivel, y por debajo, se encontraban “Los Lics”, Dámaso López y su hijo, apodado el “Mini Lic”, ambos de todas las confianzas de “El Chapo”, y a quienes se les encargó quizá el aspecto más importante del cártel: el brazo armado.
“El Lic” y “El Mini Lic” están al frente de alrededor de 10 mil sicarios aseguran algunos, aunque otros afirman que saben de hasta 20 mil asesinos repartidos en su territorio de influencia… y éste, señores, es un ejército poderoso para disputar la dirigencia de cualquier cártel, como bien apuntan los que saben en tierras sinaloenses.
Pues bien, todo parece indicar que la siguiente jugada en el ajedrez en pos de la dirigencia del Cártel de Sinaloa comenzó ya a moverse con la “desaparición” de Serafín Zambada Ortiz, hijo de “El Mayo”, y preso en los Estados Unidos.
Serafín Zambada Ortiz se declaró culpable de tráfico de marihuana, cocaína y metanfetaminas en una Corte Federal de Estados Unidos el 26 de septiembre de 2014, pero extrañamente ya no aparece en el registro del Sistema Penitenciario Federal, y todo apunta a que ha sido preliberado o está en proceso de lograr el beneficio.
Es más, según una indagatoria del destacado semanario Zeta de Tijuana, Zambada Ortiz no figura tampoco en la base de datos del Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), cuando el último registro indicaba que el menor de los hijos de Zambada se encontraba recluido en el Centro de Correcciones Metropolitano de San Diego, California.
Al parecer el joven ha hecho un trato, y por un lado aceptó entregar 250 mil dólares al gobierno estadounidense a petición de la Fiscalía Federal, la cual consideró que el monto “representa las ganancias que el acusado obtuvo directa o indirectamente de la venta de drogas”.
Y por el otro, que precisamente el status de “desaparecido” se deba a una inminente liberación a cambio de información que pudiera provocar un fuerte golpe al Cártel de Sinaloa, con el que también se impediría una posible ascensión de “Los Lics” a la dirigencia. Pronto lo sabremos, ya que Zambada Ortiz tiene programada una audiencia en el proceso para finales de febrero. Esperemos.
PARA EL REGISTRO Dice el secretario Miguel Ángel Osorio Chong que estamos en el mejor nivel de seguridad en 10 años… a ver, un momento, si el funcionario encargado de la seguridad nacional se refiere a que no hay enfrentamientos o ejecutados en las noticias, le recordamos que desde principios del gobierno de Enrique Peña Nieto se acordó con los medios de comunicación disminuir los reportes de violencia, acuerdo que él mismo reconoció ante senadores. La violencia del crimen organizado y del fuero común, señor secretario, no ha disminuido, y una consulta a aquellos valientes medios locales bastaría para saber que la barbarie sigue ahí. Gracias.
 
 

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