En la campaña al Gobierno estatal va a ganar el que menos errores cometa, al margen de lo que puedan decirse en las encuestas que se difunden, no es lo mismo lo que sucede a ras de tierra, con el contacto ciudadano, es un espejismo las cifras que revelan a diario, muchas con empresas patito, porque cuadran los números a petición del cliente.
En los días reciente ha habido una cadena de denuncias donde algunos candidatos exponen ser objeto de amenazas, algunos más de agresiones, y el lunes se vio un intercambio de declaraciones entre los equipos de campaña de Adán Augusto con Gerardo Gaudiano, que lejos de bajarle a la tensión, le echaron más leña al fuego.
Ante estos escenarios de violencia electoral, se hace necesario, que todos los candidatos se comprometan de a deverás a un pacto de civilidad, sabemos que es mucho lo que está en juego, pero nada debe ser más importante que la estabilidad social del Estado, por eso, los seis candidatos están obligados a realizar un pronunciamiento por la armonía y la civilidad, sin embargo, no todos piensan en ese sentido, como Adán López que rehúye a la civilidad.
Al candidato de Morena le preguntaron hace dos días si estaría dispuesto a firmar un pacto de civilidad, se negó a aceptarlo. Considera que por estar presuntamente al frente de las encuestas, a la sombra del caudillo, no requiere de pactos o alianzas con nadie, menuda sorpresa se va a llevar si sigue rechazando un pacto de civilidad, porque el pueblo tabasqueño no quiere una campaña de encono, de enfrentamientos, de mucha rijosidad.
El martes Adán Augusto López tuvo la oportunidad de enviar señales de que está a favor de la civilidad en la campaña; estando en Jalapa en recorrido casa por casa, se encontraba también Oscar Cantón en lo mismo, solo una calle les separaba en el saludo a los vecinos. El candidato del PVEM al percatarse de la presencia del morenista, le mando a decir si estaba de acuerdo en que lo alcanzará para darse un abrazo y enviar señales al pueblo de que apuestan por un proceso limpio, pero rechazo la invitación, argumentando que tenía ya su ruta elaborada para caminar.
Si lo han señalado a Adán Augusto de estar detrás de la guerra sucia, en Jalapa tuvo un momento único para decirle a los tabasqueños que lo suyo es una campaña limpia, sin enfrentamientos y que puede saludar a todos sus adversarios sin problema alguno.
No acepta Adán Augusto las señales que se le envían para abonar a la civilidad, deja entrever que ya perdió el piso, porque en estos momentos, con todo y lo que las encuestas digan, nadie tiene el triunfo asegurado.
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