Las autoridades fronterizas de Estados Unidos han registrado en las últimas dos semanas una importante disminución en el cruce de menores centroamericanos sin acompañantes a través de la frontera sur, lo que mitiga la crisis humanitaria causada por la avalancha de niños que llegaron al país en los últimos meses.
Un funcionario de la Patrulla Fronteriza en McAllen señaló a medios locales que en los últimos días se ha observado una disminución en el número de menores solos detenidos cuando intentaban cruzar la frontera por esta zona y, según explicó, en un día se detuvo apenas a 80 menores, cuando el pasado mes el promedio diario era de 300.
Funcionarios consulares en Texas de Honduras, Guatemala y El Salvador, los países de donde son originarios los menores, informaron hoy que la disminución de las detenciones es considerable si se toma en cuenta las cifras de los meses anteriores.
«Hemos visto una reducción en un 70 por ciento en las detenciones de menores de Guatemala», dijo hoy a EFE, Allan Pérez, cónsul de Guatemala en McAllen, y quien precisó que la disminución se empezó a notar desde la pasada semana.
El funcionario opinó que el descenso de la actividad en la frontera se puede originar a las campañas informativas que se están desarrollando en los países centroamericanos, en donde se están emitiendo anuncios en televisión que alertan sobre los riesgos que conlleva la inmigración ilegal.
Pérez aludió como otro de los factores disuasorios la muerte del primer menor guatemalteco en Texas, quien falleció de deshidratación y fue repatriado la semana pasada a su país.
La frontera sur de Texas ha sido la vía por la que entre octubre del año pasado y el mes de junio más de 57.000 menores sin acompañantes han sido detenidos por la Patrulla Fronteriza al intentar cruzar la frontera de manera ilegal, una cifra que duplica a los menores capturados el año anterior.
Con la apertura hoy de un nuevo centro de procesamiento en McAllen, Texas, con capacidad para 1.000 niños, se han paralizado los traslados de menores al centro de procesamiento en Nogales, en Arizona, que se abrió el 30 de mayo para albergar a parte de los niños detenidos en Texas, ante la imposibilidad de los funcionarios de este estado de procesar a todos los menores indocumentados.
La nueva instalación en McAllen cuenta con mallas divisorias que permiten la organización de cuatro espacios para albergar a 250 menores en cada uno de ellos, y en los que podrán dormir, recibir asistencia médica y ver televisión.
Los cónsules centroamericanos en Arizona señalaron por su parte que desde hace una semana no se reciben menores en el centro de procesamiento de Nogales, en donde hay menos de 200 niños, según los funcionarios consulares.
«Ya no hemos recibido más niños en Nogales, el número ahora es mucho más bajo que las primeras semanas de junio», dijo a Efe Luzmila Aguirre, cónsul de El Salvador en Tucson.
Aunque los funcionarios de la Patrulla Fronteriza (CBP) no confirmaron el cierre del centro de procesamiento de Nogales, trascendió que el personal que presta servicios en este emplazamiento se ha reducido. Se espera que este almacén funcione hasta el próximo año.
Según el protocolo dado a conocer por las autoridades, tras ser detenidos por las autoridades fronterizas los menores indocumentados pasan al cuidado de la Administración de Servicios Humanos y Salud (HHS), quienes son los encargados de enviarlos a albergues para continuar el proceso de reunificación familiar.
Kenneth Wolfe, vocero de la agencia, dijo a EFE que el 96% de los menores que ingresaron este año ya han sido reunificados con sus familias.
La masiva llegada de menores sin acompañantes ha propiciado que el presidente Barack Obama solicite al Congreso una partida de fondos especiales de 3.700 millones de dólares para abordar esta crisis humanitaria, sin que hasta el momento la Cámara Baja haya resuelto la aprobación de esta solicitud.
Obama recibirá el próximo viernes 25 de julio en la Casa Blanca a los presidentes de Guatemala, Otto Perez Molina; Honduras, Juan Orlando Hernández; y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, para conversar sobre la llegada masiva de niños centroamericanos a la frontera sur.