AGENCIAS
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo hoy que su país deberá ajustar todo lo que sea necesario para asegurar el pleno respeto a los derechos fundamentales y refrendó el compromiso de su Gobierno en esta materia.
«Debemos asumir nuestros deberes y obligaciones y ajustar todo lo que tengamos que ajustar para asegurar el pleno respeto a los derechos fundamentales de todas las personas», señaló al entregar el Premio Nacional de Derechos Humanos 2014 al activista por los derechos de los niños Juan Manuel Estrada.
Además del premio a Estrada, en la ceremonia se otorgó una mención honorífica a la activista Mayela García Ramírez «por su dedicación en la defensa y promoción de los derechos humanos de las mujeres».
Peña Nieto afirmó que el objetivo de su Administración es «crear una nueva cultura en materia de derechos humanos que norme la actuación de cada una de las instancias del Estado mexicano».
Para ello, anotó, ha promovido una serie de «acciones prioritarias para poner al día distintos instrumentos para proteger los derechos humanos».
«Como resultado de este esfuerzo, desde el 1 de enero de 2014 hasta el día de ayer las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a las dependencias y entidades de la Administración pública federal se han reducido prácticamente en un 60 % en relación con el mismo periodo del 2012», expresó.
El mandatario recordó que el 1 de diciembre envió una iniciativa de reforma constitucional para facultar al Congreso a expedir leyes generales para castigar con mayor eficacia casos de tortura, desaparición forzada y ejecución extrajudicial.
«De esta forma se podrán homologar en todo el país los tipos penales de tortura y desaparición forzada de personas, así como las reglas para su prevención, investigación y sanción», señaló.
Peña Nieto anunció estas medidas a finales de noviembre pasado para hacer frente a la crisis que vive el país por la desaparición de 43 estudiantes en Iguala (Guerrero) en septiembre pasado a manos de autoridades corruptas y miembros del crimen organizado.
Los jóvenes fueron detenidos por policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala, según el testimonio de tres de los 80 detenidos por el caso.
Uno de los restos óseos hallados en el lugar y analizados por un laboratorio de Austria pertenecen a Alexander Mora, uno de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.