AGENCIAS
El enfoque en derechos humanos previsto en el nuevo modelo de justicia penal, que incluye los juicios orales, “puede ser el contrapeso efectivo para evitar cualquier abuso o exceso en la impartición de justicia”, aseveró Perla Gómez.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) planteó que el nuevo modelo implica la transformación del tradicional y el reto es “cómo se capacitará en las aulas a los futuras y futuros abogados” y a los integrantes del Poder Judicial.
En el Segundo Coloquio “La Reforma Penal y la Participación de la Sociedad Civil”, recordó que la reforma al Artículo primero constitucional permite que los derechos humanos sean el eje transversal que optimiza y da sentido al modelo de justicia penal que deberá estar funcionado en todo el país en junio de 2016.
Gómez Gallardo subrayó que en el nuevo sistema serán públicas las actuaciones de los juzgadores, lo que representaría “un contrapeso y una forma de fiscalización efectiva y también de legitimación del propio proceso al momento que tiene ese esquema de publicidad”.
Indicó que “hay un gran pendiente” en el rubro en México, por lo que se “debe evitar la simulación” para dar celeridad a los procedimientos judiciales y enviar “el mensaje claro” de que se tiene que “evitar la impunidad”.
Otro reto es generar confianza en la sociedad “para que se acerquen a dirimir ahí sus controversias y no sean medidas alternas que desafortunadamente también se presentan en contextos de conflicto”.
Perla Gómez insistió en identificar inmediatamente los problemas que surjan en la práctica del nuevo modelo de justicia para que no se convierta “en un sistema meramente legalista”, y tenga contrapesos.
Advirtió que la violación de los derechos humanos plenamente documentados al momento de impartir justicia puede “generar una insuficiencia del nuevo sistema de justicia penal”.
Por ello, dijo, la importancia de ese tipo de foros pues sirven para reflexionar e “identificar las áreas de oportunidad al respecto.