Mecanismos de corrupción implementados en programas de ayuda social a grupos vulnerables, al menos del año 2000 a la fecha, han frenado el combate a la pobreza, de acuerdo con el último estudio de Oxfam México La [otra] mafia del poder.
- El reporte sobre corrupción en México, dirigido por Viridiana Ríos, analista política de la Universidad de Harvard, destaca que 53% del gasto no comprobado por el gobierno mexicano ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha sido de programas sociales.
El documento alerta que las redes de corrupción y robo han impedido que los recursos que el gobierno federal invierte para el combate a la pobreza -como becas, hospitales, y apoyos económicos- lleguen a las personas a quienes iban dirigidos.
«Se estima que, si el estado no proveyera de los servicios de salud y educación, las familias más pobres de los países miembros de la OCDE tendrían que pagar el 75 % de su ingreso para cubrir esos servicios», señala el estudio.
- De 492 mil millones de pesos que no se han podido comprobar ante la ASF, desde el año 2000, 263 mil millones están relacionados con gastos en programas sociales y 132 mil millones irían destinados a mejorar la distribución del ingreso entre ciudadanos.
- Si esos 132 mil millones de pesos se hubieran distribuido entre la población más pobre del país, hubiera alcanzado para dar hasta 10 mil pesos al 10 % de la población con el ingreso mínimo, lo que representa al menos seis veces lo que ganan.
Pero sólo en los últimos cinco años se ha perdido 71% de los 492 mil millones de pesos que
la Auditoría no ha podido recuperar. El año con mayor «dinero perdido» ha sido 2016, cuando se superaron los 120 mil millones de pesos sin comprobar.
Según lo expuesto por el reporte, es en los municipios con mayor pobreza -en estados como Veracruz, Michoacán y Oaxaca- donde el gasto destinado a cerrar la brecha de marginación desaparece hasta tres veces más que en otros.
- Es en las partidas de Salud y Educación donde más se registran fugas de recursos públicos. Por ejemplo, de los recursos federales transferidos a los estados para atender a personas sin seguridad social, no se ha podido comprobar el uso de 46 mil millones de pesos.
- En educación, no se han podido comprobar 10 mil millones de pesos destinados desde la federación a brindar apoyos a centros educativos. El monto podría pagar la educación media superior de 352 mil jóvenes de escasos recursos.
Pese a los resultados, Oxfam México recomienda no reducir el gasto en materia social ni eliminar partidas presupuestales en esos rubros, desde la federación hacia las entidades, pues «reducir el gasto aumenta la desigualdad y con ello la corrupción».
La organización recomendó al gobierno mexicano atacar la corrupción desde quienes operan los programas sociales que contribuyen a la reducción de la pobreza y la desigualdad, es decir, desde los municipios.
«Necesitamos que los municipios cuenten con un sistema de registro simple de los ingresos y gastos en el rubro, para poder facilitar la rendición de cuentas», recomendaron.
- Otra recomendación de la Oxfam fue poner sistemas de vigilancia y rendición de cuentas a quienes se encargan de distribuir el gasto de la federación hacia los estados, pues es ahí donde tres de cada 10 pesos se pierden.
Además, el gasto público en estados y municipios debe estar sujeto a reglas formales de operación, que eliminen la discrecionalidad con que se lleva a cabo la distribución de los recursos, según señaló la Oxfam./LA SILLA ROTA-PUNTOporPUNTO
Documento íntegro:
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