CRISIS SANITARIA arrastra al mundo a la INSEGURIDAD FINANCIERA y la MISERIA

El impacto de la recesión en 2020, llevará a perder más de 300 millones de puestos de trabajo, lo que podría aumentar la pobreza extrema en el mundo a 1.100 millones de personas

La pandemia del nuevo coronavirus está arrastrando al mundo a una inseguridad financiera, lo que representa una amenaza para la economía mundial si eso se traduce en que los consumidores seguirán ahorrando en lugar de gastar.

  • Una nueva encuesta de YouGov en 26 países muestra que consumidores de todos lados están preocupados por sus trabajos y presupuestos familiares. También se comportan con cautela en cuanto a gastar o invertir el dinero que tienen.
  • Eso sugiere que, pese a señales de un repunte en algunos indicadores de actividad -a las que una serie de encargados de política monetaria se han referido como motivo de optimismo-, el regreso de las personas a tiendas, aeropuertos o restaurantes tomará tiempo.

La seguridad laboral es una gran preocupación para muchos: más de 30 por ciento de los encuestados se siente menos seguro en su trabajo que hace un mes, mientras que alrededor de la mitad de ellos todavía está reduciendo su gasto en artículos no esenciales.

  • La mayor preocupación laboral se manifiesta después de un brutal segundo trimestre para el sector de empleos, cuando la Organización Internacional del Trabajo estimó que el daño al mercado laboral provocado por las medidas de confinamiento y otras restricciones implementadas para combatir el virus fue equivalente a la pérdida de 400 millones de empleos de tiempo completo.

Esas preocupaciones se mantienen incluso pese a que las medidas de confinamiento se han flexibilizado considerablemente, según los datos de monitoreo de recuperación económica de YouGov, que se basan en las respuestas de 27 mil 681 encuestados y que fue compartida en exclusiva con Bloomberg.

  • En la mayoría de los países, la proporción de personas preocupadas por la pérdida de empleo se encuentra hasta a 10 puntos porcentuales de los niveles observados hace ocho semanas.
  • En Estados Unidos, que ha experimentado un rebrote del virus, las preocupaciones están aumentando nuevamente: 23 por ciento se siente menos seguro sobre su trabajo frente a 18 por ciento hace dos semanas.

Esa preocupación se traduce en precaución en cuanto al dinero. Cuando se les preguntó a los encuestados qué harían si se les entregara una suma de dinero inesperada equivalente al ingreso de un mes, estos mostraron una probabilidad mucho mayor de depositarlo en el banco.

  • En Estados Unidos, 37 por ciento de los encuestados dijo que lo ahorrarían frente a 13 por ciento que lo gastarían. La proporción en el Reino Unido fue incluso más pronunciada: 58 por ciento versus 13 por ciento.
  • La historia fue similar en todo el mundo: más de 40 por ciento optó por ahorrar en Australia, India, Francia, Indonesia, Noruega y Canadá.
  • Una pequeña proporción invertiría en la bolsa de valores. Todas las respuestas en las naciones del Grupo de los Siete fueron de un solo dígito.
  • Mientras tanto, en todos los países, alrededor de uno de cada cuatro hogares ha invertido en ahorros como apoyo para superar la crisis, mientras que más de 10 por ciento ha contraído más deuda.

Pero debido al miedo por la pérdida de empleos, o un impacto en los ingresos, las personas han preferido reducir el gasto en lugar de sobrecargar demasiado sus recursos.

Según la encuesta, la proporción que está “reduciendo de forma significativa los gastos no esenciales” es mucho mayor que la de aquellos que dependen de sus ahorros para cubrir los costos. La proporción ha disminuido un poco en el transcurso de la pandemia, pero el promedio en todas las naciones todavía es cercano a 50 por ciento.

OIT apuesta por mejores trabajos después de la pandemia

El mundo del trabajo puede ser mejor después de la pandemia de Covid-19 si la recuperación se centra en disminuir la pobreza, promover la igualdad y luchar contra el cambio climático, concluyeron los participantes de una cumbre mundial virtual que durante una semana desarrolló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

  • Existe un “elevado grado de compromiso y determinación para superar la crisis y para propiciar una situación más favorable. Sobre esta base podrá lograrse todo lo demás”, declaró este lunes 13 el director general de la OIT, Guy Ryder.
  • La OIT, en la que participan gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores, desarrolló su cumbre tras una serie de conferencias regionales sobre el impacto de la Covid-19 en el mundo del trabajo.

El impacto de la recesión en 2020, de -4,9 por ciento según el Fondo Monetario Internacional, hizo perder 10.7 por ciento de horas de labor en el mundo en el segundo trimestre, equivalentes a más de 300 millones de puestos de trabajo, y en el segundo semestre puede perderse 14 por ciento o más de 400 millones de empleos.

En la región de Asia y el Pacífico ya el primer trimestre registró una caída de 6.5 por ciento en horas de trabajo, equivalentes a 135 millones de empleos, y los registros para el resto del año pueden llegar a 10 por ciento según cálculos de la OIT.

En África subsahariana se puede perder el equivalente a 42 millones de empleos a tiempo completo, y entre los más afectados están los 250 millones de trabajadores urbanos en la economía informal, y los que laboran en pequeñas empresas.

El informe presentado a la OIT destaca a mujeres y personas con discapacidad entre los más vulnerables, en los sectores más afectados, tales como recicladores, vendedores ambulantes y empleados en transporte, construcción, servicio doméstico, turismo, hotelería y los pequeños campesinos en áreas periurbanas de África.

  • En América Latina, donde la recesión sería de -9.1 por ciento este año, el desempleo pasará de 8.1 a 13.5 por ciento, lo que significa que habrá 44 millones de personas sin trabajo y la pobreza alcanzará a 230 millones, 37.2 por ciento de la población.
  • La cumbre de la OIT consideró la situación del trabajo y la actual pandemia, en particular la situación de los trabajadores de la salud que enfrentan a la Covid-19.

Al respecto, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a gobiernos y empleadores “programas eficaces y sostenibles en materia de seguridad y salud para los trabajadores sanitarios. Tenemos el deber de proteger a quienes nos protegen”.

Para el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, “la recuperación frente a la crisis no conlleva tener que escoger salud o empleo en detrimento de la economía. Todas esas esferas están mutuamente relacionadas. Obtendremos resultados satisfactorios o fracasaremos en todas ellas”.

La cumbre operó como un foro para ventilar estrategias que ataquen las vulnerabilidades que ha puesto de relieve la pandemia.

  • En primer lugar, las necesidades de las personas que realizan su trabajo sin protección social o en la economía informal, y la promoción del empleo pleno y productivo y de empresas sostenibles.
  • Luego, la necesidad de “medidas encaminadas a garantizar que la disminución de la pobreza, el fomento de la igualdad y la lucha contra el cambio climático constituyan elementos primordiales del proceso de recuperación”, según asentó la OIT.

Finalmente, la cumbre recogió numerosas intervenciones en apoyo a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El ODS 8 plantea “promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos”, y entre sus metas figura “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad”.

En el mundo 1.100 millones de personas irán a la pobreza extrema

Las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus podrían sumir a 395 millones de personas adicionales a la extrema pobreza (también llamada miseria) y aumentar el número de personas que viven con menos de 1,90 dólares al día a nivel mundial a más de 1.000 millones, dijeron el viernes investigadores en un informe.

  • El documento -UNU-WIDER, parte de la Universidad de Naciones Unidas- plantea una serie de escenarios de extrema pobreza, tomando en cuenta las diversas líneas de la pobreza del Banco Mundial, definidos entre los que viven con 1,90 dólares o menos hasta un línea mayor de pobreza, con menos de 5,50 dólares al día para vivir.
  • En el peor escenario, una contracción del 20% del ingreso o consumo per cápita, la cifra de personas que viven en la extrema pobreza podría aumentar a 1.120 millones. La misma contracción aplicada al umbral de 5,50 dólares entre países de ingresos medios altos podría representar más de 3.700 millones de personas, o justo poco más de la mitad de la población mundial, que vivirían por debajo de esta línea de la pobreza.

“El panorama para los más pobres del mundo parece sombría, a menos que los Gobiernos hagan más y lo hagan rápido, y compensen las pérdidas diarias de ingresos que enfrentan los pobres. El resultado es que el progreso en reducción de la pobreza podría retrasarse 20-30 años y hacer que el objetivo de la ONU de terminar con la pobreza parezca un sueño imposible”, dijo Andy Summer, uno de los autores del informe.

Los investigadores del King’s College de Londres y Australian National University también encontraron que la pobreza cambiaría en su distribución geográfica. Asia meridional es la región donde se espera ver el mayor número de personas en riesgo de sumirse en la extrema pobreza, principalmente en la populosa India.

Es seguida por África subsahariana, desde donde provendría alrededor de un tercio del aumento, así como el continente Americano, particularmente Latinoamérica, donde el Banco Mundial dijo que esperaba que entre 70 y 100 millones de personas fueran empujadas hacia la extrema pobreza por la pandemia. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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