La Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas) alertó sobre el aumento del robo y venta de gas LP, el cual en 2019 dejó pérdidas acumuladas por 13 mil millones de pesos.
En un comunicado, el organismo aseguró que las prácticas criminales que están fomentando el mercado negro de este combustible no sólo afectan a Pemex, sino también al SAT, a las comunidades cercanas donde ocurren las tomas ilegales y a los distribuidores, quienes han tenido que cerrar rutas por amenazas.
- De acuerdo con el último informe de Pemex, al cierre de mayo se registraron 802 tomas clandestinas para el robo de gas LP, cifra lo que implica un alza de 91.4% o 383 perforaciones ilegales más respecto al mismo periodo del año pasado.
- El estado en el que más ha crecido este delito es Puebla, pues en los primeros cinco meses del año ya fueron detectadas y clausuradas 612 tomas, que significan un aumento de 145.8%, mientras que el Estado de México se mantiene en el segundo lugar con más ataques a la infraestructura de Pemex, pues se detectaron 90 tomas, aunque esta cifra representó una reducción de 11.8 por ciento.
En 2019, la empresa registró un total de mil 305 tomas clandestinas, 507% más respecto a las 215 de 2018.
Debido a esto, la pérdida económica por el robo y mercado negro de gas LP durante el año pasado, fue de 13 mil millones de pesos, “lo que representa casi el 10% de todo el gas distribuido a nivel nacional es una cifra muy alta considerando que México es el quinto mayor consumidor de este combustible”.
SE EMPEORA
La Amexgas estima que en 2020 el problema “continuará igual o peor”, pues en diversas regiones del país operan grupos delictivos que permanentemente sustraen el gas del ducto principal de Pemex y de algunas de sus refinerías, pues amenazan a operadores.
- A esto se suma el robo de pipas y transportes de empresas privadas, lo que les permite operar una red de distribución clandestina, creando empresas fantasma, afectando a la población mediante extorsiones y secuestros, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y del consumidor.
Las “cifras siguen aumentando, dañando significativamente la industria, distorsionando el mercado, afectando condiciones de libre competencia y libre concurrencia, con cierre de rutas de distribución por amenazas, gran cantidad de pipas robadas por la delincuencia, falta de inversiones y pérdida de empleos formales directos e indirectos.”/DINERO IMAGEN-PUNTOporPUNTO