La Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse-CDMX) realizó pagos indebidos por más de 40 millones de pesos en la construcción de la Línea 7 del Metrobús; además, utilizó materiales de baja calidad en banquetas y señalizaciones, de acuerdo con la auditoría de inversiones físicas 2017-A-09000-04-0734-2018.
- “El presente dictamen se emite el 28 de enero de 2019, fecha de conclusión de los trabajos de auditoría. Pago en demasía de 40 millones 529 mil pesos por 3.08 kilómetros de pavimento rígido que ya estaban considerados dentro de sus especificaciones generales y su alcance”, señala el documento.
- Según la auditoría, se detectó que Sobse autorizó a la contratista pagos en demasía por un monto de 36 millones 186 mil pesos, ya que se constató una diferencia de 2.75 kilómetros entre la longitud pagada (que era 28.30km) y la verificada (25.55km).
Además, señaló que también se pagaron indebidamente trabajos de tres carriles adyacentes del Eje A, pues “ya estaban considerados a ejecutar por la contratista”, por lo que el daño a la Hacienda Pública Federal es por un monto de 40 millones 528 mil 628 pesos por el proyecto del Metrobús Línea 7.
Ante esto, la Sobse aseguró que la construcción estaba avalada ya que corresponde al carril de servicio que considera las áreas de banquetas; sin embargo, la Auditoría consideró improcedente el argumento, ya que “esos trabajos estaban incluidos dentro del contrato”.
- La auditoría también detectó fisuras en algunas losas del carril confinado comprendido de Campo Marte a Indios Verdes –recorrido de la Línea 7–, y que se pagaron trabajos de mala calidad en la partida de señalización y semaforización, pues la pintura reflejante termoplástica se encontraba incompleta o desprendida a lo largo del tramo, al igual que en la zona de cruce peatonal en ambos sentidos. Esto, según el documento, fue reparado por la empresa contratada.
- Víctor Alvarado, gerente de Movilidad y Cambio Climático en El Poder del Consumidor, señaló en entrevista que el concreto hidráulico se requiere en muchas vialidades al ser más resistente, pues duplica su vida útil si lo comparamos con el asfalto convencional; sin embargo, precisó que se tiene que tener un análisis de las condiciones del terreno para determinar el tipo de material.
“No es algo malo implementar asfalto; por ejemplo, en Línea 5 y 6 del Metrobús en un porcentaje cuenta con asfalto y en otros tramos cuenta con concreto hidráulico”, indicó.
Además, apuntó que si no se realiza un buen análisis que haya derivado en el uso de material inadecuado, esto puede generar afectaciones a las llantas y amortiguadores, que ocasionará que baje la calidad de servicio hacia los usuarios y que incrementen los costos operativos a concesionarios que son administrados por el Metrobús.
ASFALTO Y CONCRETO HIDRÁULICO
En entrevista el ingeniero Hebert Rodríguez Reyes, analista de costos y académico de la UNAM, aseguró que el diseño de la vialidad depende de las cargas que transiten en la superficie de rodamiento, y aseguró que tanto el pavimento asfáltico como el hidráulico son de buena calidad y cumplen con las normas.
“La estructura influye mucho en el tipo de pavimento que implementemos. Las diferencias del rígido, que es el hidráulico, y el flexible, que es el asfáltico, depende del terreno en donde se construya; por ejemplo, si se encuentra una falla geológica y por estudios de suelo no podemos repararlo, es mucho mejor usar el flexible porque adopta la estructura, en tanto, un hidráulico tiende a partirse”, señaló.
- Precisó que se tiene que tomar en cuenta el tipo de vibración que ocasionan los vehículos que transitan por la estructura, y subrayó la importancia de que éste cuente con una buena filtración de agua en caso de lluvias, pues también puede ocasionar fisuras en el pavimento que con el tiempo se hacen baches.
- “Para soportar el rodamiento se puede reforzar con acero, que le da flexión, y realizar una prueba de permeabilidad, en donde determinará si la filtración de agua es correcta, pues no tenerla puede ocasionar que se destruya la base y se empiece a botar”, señaló.
Aseguró que un trabajo adecuado en pavimento puede durar hasta siete años sin mantenimiento correctivo, y advirtió sobre la variabilidad del tipo de suelo en la Ciudad de México, por lo que resaltó la importancia de realizar un buen análisis a los tramos en cuestión./PUBLIMETRO-PUNTOporPUNTO