A punto de la reapertura económica, la insistencia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de mantener un equilibrio fiscal, que implica renunciar a la contratación de deuda, pone freno a la recuperación de la actividad económica del país para 2021, sacrificando incluso su promesa de campaña de “primero los pobres”.
“Yo diría que insistir en un balance fiscal cero, en el equilibrio presupuestario, en momentos en que tenemos el choque adverso más extraordinario que ha sufrido el mundo, la globalización, la economía mexicana en décadas, es irresponsable. Es empujar al país al abismo y profundizar la recesión, es hacerla más prolongada y va a ir brutalmente contra los pobres. Es la medicina más incorrecta”, advierte en entrevista con Proceso Juan Carlos Moreno-Brid, investigador y profesor de economía en la UNAM.
- El también exdirector adjunto y coordinador de Investigación de la sede en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) abunda: “La política fiscal del mundo entero está viendo cómo le hacen para poder gastar más, de forma que haya dinero destinado a la salud, para salvar a los que están perdiendo el empleo y ayudar a los empresarios a no cerrar. Porque si llega el momento de descongelar esto, de que salgamos de nuestras casas, y no hay empresas, va a ser muy difícil que México crezca. El año pasado tuvimos una caída del PIB per cápita. Esta va a ser brutal, ahora va a ser de más del 10%. La promesa de Morena se diluye, se va al fondo del océano”.
AMLO, “icono neoliberal”
La política aplicada por López Obrador en una crisis sin precedente desde la Gran Depresión de los años treinta, va en sentido contrario, por donde se le mire, tanto en el fondo como en la forma.
- En el fondo, por ejemplo, de acuerdo con un reporte de la organización civil Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), se encuentra el siguiente dilema: si se mantiene la política de austeridad, el saldo de la deuda pública podría incrementarse 15% real respecto a 2019, alcanzando niveles históricos como porcentaje del PIB, llegando a 103 mil 549 pesos por persona. Esto es sólo por la caída de los ingresos presupuestarios y el efecto de la depreciación del peso.
- Mientras que aplicando una política fiscal contracíclica, mediante un aumento del gasto público en 2.6% del PIB, el saldo de la deuda tendría un crecimiento real de 21%, llegando a 108 mil 653 pesos por persona.
- Según el estudio elaborado por Carlos Vázquez Vidal, investigador del CIEP, la deuda, que por definición es resultado de la política de gastos y de ingresos del sector público, es una opción de financiamiento que presenta un costo de 5 mil pesos por persona para un incremento de 2.6% del gasto público.
“Tomando en cuenta que si estos recursos son destinados para estimular la demanda agregada y, por ende, el crecimiento económico, el nivel de endeudamiento será compensado con mayores ingresos presupuestarios en el futuro. Por el contrario, aun sin aumentar el gasto, la deuda se incrementa debido a mayores requerimientos financieros para compensar el faltante de ingresos, sin que esta deuda ayude a salir de la crisis sanitaria y económica que, a medida que se prolonga, profundiza los problemas estructurales del país”, concluye el reporte del CIEP.
Políticas fiscal y monetarias, poco efectivas
Para BBVA Research, la política fiscal y monetaria son insuficientes e inapropiadas para el momento actual, y por lo tanto, poco efectivas para atenuar la inevitable destrucción del empleo. En abril, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se alcanzaron los 555,000 puestos de trabajo perdidos.
El área de estudios económicos de BBVA México, mencionó que, derivado de la pandemia del Covid-19, entre marzo y abril se perdieron 686,000 empleos, y con ello dos años de creación de puestos de trabajo, además de que son cifras históricas.
“El hecho más relevante a resaltar, es que la caída del empleo de abril es la más grande desde 1982, año a partir del cual se cuenta con cifras mensuales de empleo. La pérdida de empleo en la crisis de 94-95 se presentó de manera consecutiva durante 10 meses, pero en ninguno fue superior a los 200,000 empleos, lo que llevó a una lenta recuperación, cerrando diciembre del 95 con una pérdida de empleos de 814,000”, recordó.
- Añadió que en el caso de la crisis del 2008-2009, la caída más fuerte se presentó en diciembre del 2008 con 327,000 empleos menos respecto al mes anterior, lo que llevó a cerrar el año con 30,000 empleos menos, cuya dinámica negativa se extendió durante la primera mitad del 2009, cerrando el año con 172,000 empleos menos, pero con una fuerte recuperación en el 2010.
- En su análisis, BBVA Research destacó que en el caso de la crisis actual, hay un escenario donde en abril se registró la mayor pérdida mensual de empleos en la historia, pero además continúa el cierre de la economía durante mayo y es previsible que se mantenga así, al menos, una parte de junio.
Subrayó que la política fiscal y monetaria son insuficientes e inapropiadas para el momento actual, y por lo tanto poco efectivas para atenuar la inevitable destrucción del empleo. En este sentido, insistió en su previsión de que la destrucción del empleo se profundizará y podría alcanzar una pérdida de 1.5 millones de puestos de trabajo al cierre del año.
“Si bien se espera una recuperación del empleo a partir del 2021, dadas las condiciones de una lenta recuperación del consumo y de la inversión, probablemente regresemos a los niveles de empleo previos a la crisis hasta el 2024”, insistió.
Pero además, BBVA Research consideró que existe el riesgo de que esto se convierta en un problema estructural, dado que, de acuerdo con las cifras del IMSS, en abril se dieron de baja 6,600 patrones, los cuales probablemente cerraron de manera definitiva sus negocios.
“En la medida que el cierre de empresas sea mayor, la pérdida de empleo difícilmente se recuperará en el corto plazo”.
Urgen medidas
El área de estudios económicos de BBVA México hizo énfasis en que urgen medidas de política económica que contrarresten los efectos de la crisis y por ende el impacto en el empleo.
“No se justifica la inacción, sobre todo ante la evidente afectación y deterioro del mercado laboral actual, que al final tiene como su efecto más negativo la pérdida de ingreso y bienestar de los trabajadores que han perdido su empleo (…) las políticas contracíclicas son no sólo necesarias, sino urgentes”, enfatizó.
Resaltó que si bien redirigir el gasto público al sector salud y a dar ayudas a microempresas y personas, es positivo, en balance, está siendo neutralizado por recortes en otros lados, lo que implica que en conjunto, la política fiscal está lejos de dar el impulso contracíclico que la situación amerita.
BBVA Research mencionó que las condiciones de estabilidad macroeconómica actuales, representan una ventaja en comparación con crisis anteriores y permiten implementar un mayor impulso fiscal y una política monetaria expansiva para poder enfrentar de mejor manera la contingencia de salud y consecuente crisis económica./Agencias-PUNTOporPUNTO