GOBIERNO FEDERAL reconoce FOCOS ROJOS de contagios en 6 ESTADOS

La Ciudad de México está en el ojo del huracán de la pandemia de coronavirus y llegó a la semana que supone el pico más alto de contagios

Aunque ha tratado de simular calma ante la pandemia de coronavirus que afecta al país, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó este jueves en su conferencia matutina que no ha habido modificaciones que puedan significar alarma por el COVID-19, pero reconoció que hay seis estados (Morelos, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Tlaxcala), donde la transmisión del SARS-CoV-2 ha crecido, y se han convertido en los focos rojos del país, por lo que nombrará a un representante del gobierno en cada una de estas entidades para que coordinen las acciones contra la pandemia.

El mandatario refirió que según las estimaciones de los expertos “va todo de acuerdo a lo que pronosticaron en cuanto al desarrollo del número de casos y los sitios en los que hay más contagios, pero hay lugares donde se debe poner especial atención para que la situación se mantenga bajo control.

López Obrador indicó que los estados de Morelos, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Tlaxcala se suman ahora a los estados en los que ya se había puesto especial atención por su alta transmisión del coronavirus.

“Se trata de Morelos, sobre todo Cuernavaca; Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Tlaxcala. Sobre eso se va a dar también atención especial, porque ahí tenemos crecimiento de contagios”, subrayó el mandatario.

  • En el mismo tenor dijo que en Quintana Roo, Tabasco, Sinaloa, Baja California y en el Valle de México, también se está reforzando la atención para enfrentar el coronavirus con equipo médico, camas y ventiladores.

Refuerzos

“En estos casos (de estos estados) el comportamiento es el que se proyectó. Estamos reforzando con médicos, especialistas, equipos en Quintana Roo y Baja California. Ayer (miércoles) se enviaron ventiladores y equipos a los dos estados y se continuará apoyando; aquí se está ampliando también el número de camas con equipos, me refiero al Valle de México”.

  • Asimismo, destacó que “si ustedes recuerdan, se definieron primero siete sitios: Quintana Roo, particularmente Cancún, aunque también Playa del Carmen; en Tabasco, Villahermosa en particular; en Sinaloa, Culiacán en especial; en Baja California básicamente Tijuana; y el Valle de México, que incluye el Estado de México y la Ciudad de México”, explicó.
  • El presidente López Obrador también refirió que la noche del miércoles sostuvo una reunión con los especialistas: “Nos reunimos con expertos, con los médicos, científicos que están conduciendo todo el plan para enfrentar la pandemia, también se consulta a los matemáticos, a los que hacen las proyecciones. Y no ha habido modificaciones sustanciales o no hay nada que pueda significar alarma, va todo de acuerdo a lo que ellos pronosticaron en cuanto al desarrollo del número de casos y los sitios en los que hay más contagios”, señaló.

En la zona cero del contagio en la CDMX

La Ciudad de México está en el ojo del huracán de la pandemia de coronavirus y llegó a la semana que supone el pico más alto de contagios con un fenómeno inédito: el silencio y la tensión sometieron a la ciudad del ruido y del smog.

  • Un corredor de vendedores de mascarillas, gel y equipo médico advierte a los capitalinos que han llegado a la zona cero, la llamada zona de hospitales, conformada por diversos institutos del sector Salud –todos saturados– que representan la primera línea de batalla del país en una ciudad que concentra el 25 por ciento de los casos.
  • Con casi tres mil muertes y 27 mil contagios, el sistema de salud público saturado, comercios y servicios dislocados, y el nacimiento de un modelo de convivencia social entre mascarillas y distanciamiento, la colonia Belisario Domínguez, en la alcaldía Tlalpan, se convirtió en el epicentro de la epidemia desde el ingreso del primer caso positivo al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el 27 de febrero.

Inmensos tinacos de plástico con lavabos de aluminio, jabón y agua, instalados por la alcaldía; media docena de puestos de vigilancia con un centenar de policías capitalinos, y carteles con mensajes poco alentadores, obligan a los transeúntes a ajustar sus cubrebocas, guardar silencio y seguir su camino.

Ya no existen los rostros, sólo se ven cubrebocas de todas formas y colores. La orientación en el hospital quedó a cargo de los guardias de seguridad privada, quienes hicieron de la banqueta su sala de espera, donde reina la incertidumbre, las lágrimas, la precariedad y la desobediencia a la sana distancia.

  • Ambulancias, patrullas, coches fúnebres, transporte público son los únicos vehículos que se pueden detener sobre avenida Tlalpan, por donde desfilan autobuses privados destinados al sector Salud; “héroes”, se puede leer a los costados. Para el resto, está el camión de ruta, que advierte: “sin cubrebocas no subes”.
  • Los restaurantes colocaron sus sillas sobre las mesas y las vajillas fueron sustituidas por platos de unicel; a los trabajadores se les ve inmersos en su celular, esperando algún pedido o pactando con un repartidor.

Los bancos sacaron sus filas a las aceras y ofrecen alcohol en gel para proteger a las personas del virus en lo que esperan turno.

Pero es en los hospitales de la ciudad donde se concentra mayor “tensión”, palabra utilizada por Diana, una enfermera del Hospital General de México, quien describe la situación que vive la colonia Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc.

Alguien grita el nombre del paciente y rompe el silencio; la búsqueda se replica de boca en boca entre familiares, comerciantes y personas sin hogar, que esperan afuera del hospital. Los altruistas pasan rápido, entregan una bolsa con sándwiches para repartir y se retiran, sin esperar las gracias.

Adentro, en el llamado triage, los encargados de dar las noticias son médicos vestidos con trajes quirúrgicos y máscaras que apremian una plaga letal; “si usted lo desea, puede esperar”, es el anuncio que se les da a los familiares.

Para los hermanos Fernando y Juan Antonio González, la reconversión hospitalaria quedó en los datos solamente. En dos horas, su padre de 78 años comenzó con insuficiencia respiratoria y con ella, un peregrinar por al menos cuatro hospitales hasta llegar al General. El destino es incierto, pues tardarán al menos dos días en saber si es positivo a COVID-19./Agencias-PUNTOporPUNTO

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