El momento para que el Gobierno de México aumente el porcentaje de su deuda respecto al Producto Interno Bruto (PIB) para destinarlo a apoyos a micro, pequeñas y medianas empresas por la crisis del COVID-19 es ahora, consideraron economistas en el foro EF Meet Point COVID-19. Perspectivas Económicas: México después del encierro.
- Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA en México, señaló que la política de austeridad anunciada por el Gobierno es una decisión «fiscalmente irresponsable».
- «Esta hará que el país crezca menos en los próximos años y eso hará más difícil honrar la deuda», consideró.
- Por ello sugirió que la administración federal fomente una política contracíclica que venga acompañada «de una reforma fiscal que aumente la recaudación».
También detalló que se deben proteger al sector informal del país así como al sector empresarial.
«Se debería estar utilizando la Banca de Desarrollo, utilizar agresivamente programas de garantía para darles créditos a las empresas. La gran ventaja de la Banca de Desarrollo es que no computan como parte de la deuda», consideró.
Apuntó que el argumento del Gobierno sobre mantener la deuda estable es un error, pues esta aumentará de cualquier forma si se toman en consideración factores como el tipo de cambio y una probable caída en la recaudación.
- Luis Foncerrada, asesor económico de American Chamber México, puntualizó que es claro que el Gobierno debe introducir estímulo fiscales pues el número de negocios que continúan perdiendo ingresos va en aumento.
- «Apoyar, sobre todo a aquellas familias que son muchísimas que se están quedando sin ingresos, ya sea porque perdieron sus empleos o una caída en sus ventas», dijo.
Coincidió con la postura sobre que gobiernos anteriores llevaron a cabo un endeudamiento que no se debía llevar a cabo, pero la pandemia del COVID-19 obliga a que este ahora será necesario.
«Podemos incrementar la deuda en 6 puntos porcentuales del PIB, porque de eso dependerá el bienestar de las familias, de las microempresas que requieren (recursos) para seguir subsistiendo», enfatizó.
Foncerrada remarcó la vulnerabilidad del sector informal que vive no con base en un sueldo, sino al día, en las acciones que la administración federal debería estar aplicando.
El asesor recomendó al Gobierno que, en caso de optar por los estímulos, se deberá promover un aumento de la certeza jurídica y el Estado de Derecho.
«Entonces la inversión privada, no solo la nacional, sino también la extranjera, tendrán una mejor percepción. Eso más la percepción de la comunidad financiera, industrial, en el mundo daría certeza para aumentar el espacio fiscal (…) Se ampliaría fuertemente porque habría más inversión», subrayó.
Por otra parte, Gabriel Casillas, economista de Grupo Financiero Banorte, dijo que los estímulos fiscales no solo deben estar orientados a créditos, sino en entrega directa de dinero a trabajadores del sector informal.
- Calculó que el aumento de la deuda, que podría rondar entre los 4 y 5 puntos porcentuales del PIB, no detendrá la inevitable recesión en el país, pero sí sentará las bases para que haya una recuperación hacia adelante.
- «Deben haber apoyos para las empresas, desde las más chicas hasta las grandes, porque no es fácil sobrevivir en la pandemia. Si no sobreviven, no habrá ingresos», puntualizó.
- En una entrevista con el diario El País, el secretario de Hacienda indicó que México no dispone del espacio fiscal de otros países que han anunciado grandes programas de apoyo.
“Nosotros no tenemos hoy los márgenes de maniobra para tener un programa de estímulo fiscal del calado de los que se hicieron en España, Canadá, Alemania o Estados Unidos”, dijo.
No obstante, afirmó que sí hay un plan de apoyo con los programas de créditos para los sectores formal, informal y vivienda para afrontar la crisis que se avecina por el paro de actividades causado por la pandemia del COVID-19./EL FINANCIERO-PUNTOporPUNTO