30 MILLONES de mexicanos pueden caer en POBREZA ALIMENTARIA: CNA

La emergencia del coronavirus desató una fase de carestía y encarecimiento de alimentos en el país

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) prepara una estrategia contra el hambre al advertir que 30 millones de mexicanos pueden caer en pobreza alimentaria, es decir, que al perder su empleo por los efectos de la pandemia no tengan recursos para comprar la canasta básica alimentaria.

“Queremos hacer un Acuerdo por la Solidaridad Agroalimentaria con el objetivo de aliviar el hambre, porque viene el hambre. Traemos el dato de que 30 millones de pobladores en el país están con serios riesgos porque perdieron liquidez”, comentó a El Sol de México Bosco de la Vega, el presidente del Consejo.

  • La campaña, que calificó como “la más grande en la historia del CNA”, consiste en repartir canastas alimentarias a estas personas. Platicó que se han reunido con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, con el fin de tener el apoyo del gobierno en la logística de dispersión.

Sin embargo, dijo que no han obtenido respuesta del gobierno, por lo cual la estrategia arrancará este miércoles, con o sin apoyo de las autoridad federal.

  • El directivo apuntó que 14 por ciento de la población en el país vive en situación de pobreza alimentaria, por lo que advirtió que de no atender esta emergencia la proporción de personas sin acceso a la canasta alimentaria crecerá este año.
  • La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que México está entre los países de América Latina y el Caribe con mayor riesgo de impacto en la seguridad alimentaria por los efectos del Covid-19.

En un informe, la FAO indicó que México enfrenta un riesgo “medio alto” de que se reduzca la capacidad adquisitiva de la población para acceder a los alimentos, así como mayores limitaciones para acceder a insumos intermedios para la producción de alimentos.

De la Vega indicó que las últimas crisis, desde la década de 1980 a la de 2009, han sumado en promedio cinco millones de mexicanos a la pobreza extrema cada una, pero que ésta podría ser mayor, ya que se trata de una crisis sanitaria y económica que ha golpeado al tipo de cambio, afectando el costo de insumos en la producción, y esto se juntará con la sequía que se espera este año, por lo que auguró que “va a ser la crisis más complicada”.

  • Tan sólo en el sector agroalimentario, con casi siete millones de puestos laborales, se han recortado 300 mil personas en lo que va de esta crisis y la cifra irá en aumento: “Si paramos la liquidez se paraliza la economía y vienen los despidos y con ellos viene el hambre”, dijo De la Vega.

El presidente del CNA apuntó que esta situación puede empeorar debido a la falta de seguridad en la cadena de suministro, en la que se ha registrado un incremento en delitos como el secuestro, cobros de derecho de piso, robos de maquinaria y equipo, asaltos a bodega y robos de camiones en carreteras y a los ferrocarriles.

“La incidencia va a ser mayor entre más tiempo pase con esta crisis, y habrá más violencia. Recordemos que los primeros saqueos que hubo fue por electrodomésticos y otros productos, lo que queremos evitar son saqueos de alimentos”, subrayó.

De acuerdo con estimaciones del CNA, al final del año el PIB agropecuario podría ser el único que cierre de forma positiva, debido a que se trata de insumos vitales. Sólo en el primer trimestre, cuando la economía cayó 2.4 por ciento a tasa anual, el sector creció 1.2 por ciento.

Sin embargo, destacó que esto no quiere decir que el sector esté bien. Para los productores ligados a la cadena de suministro de supermercados, refirió, los ingresos han caído entre 10 y 25 por ciento, mientras que para aquellos que surten a restaurantes y hoteles, la pérdida ha sido mayor a 50 por ciento.

“Somos el sector menos afectado, pero traemos un gran problema (…) No la tenemos fácil, vamos hacia la crisis más importante del país y parece que no le hemos dado la seriedad que amerita”, concluyó.

EMERGENCIA SANITARIA DESATA CARESTÍA y ENCARECIMIENTO

La emergencia del coronavirus desató una fase de carestía y encarecimiento de alimentos en el país; cuyos efectos más graves se han dejado sentir en las capitales más asediadas por los contagios.

  • El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, informó que entre marzo y abril los precios de frutas, verduras, cárnicos y desinfectantes se dispararon entre 10% y más de 130%.
  • Indicó que el chayote y la cerveza se coronaron como los productos más caros de la temporada del Covid-19. El primer producto -refirió- pasó de 15 a 35 pesos por kilogramo; con un alza de 133%.

Mientras que el costo de una lata de cerveza subió de 16 a 35 pesos, con un encarecimiento de 118%; movimiento detonado por la escasez, paro en la producción y políticas de ley seca de alcohol impulsadas por autoridades locales.

FRUTAS Y VERDURAS EN ÉPOCA DEL CORONAVIRUS

El presidente de la Anpec indicó que el jitomate reportó una alza promedio de 51%; cuyo impacto provocó que su valor promedio subiera de 33 a 50 pesos por kilogramo.

Señaló que chile serrano mostró un variación media de 50% y un encarecimiento de 40 a 60 pesos por kilo; aunque en algunas zonas del Valle México alcanzó hasta 100 pesos.

  • En materia de cárnicos, indicó Cuauhtémoc Rivera, el precio que la pechuga de pollo avanzó de 73 a 86 pesos, con un alza de 17.80%; seguida del bistec de res, que pasó de 152 a 168 pesos por kilogramo; con una variación de 10.52%.
  • En tanto que el jamón de pierna mostró un desliz de 160 a 175 pesos por kilo y un alza de 9.37%; avance que fue acompañado del atún en lata, con un precio actual de 17 pesos y un sobrepercio de un peso, equivalente a 6.25%.

¿POR QUÉ SUBIERON LOS PRECIOS?

El líder de la Anpec explicó que el encarecimiento de los básicos fue detonado por cuatro factores:

  1. Sobredemanda de productos frescos, por parte de los hogares, “que al contar con todos su miembros, elevaron su consumo de alimentos”.
  2. Noticias sobre los contagios que se han desatado en algunas centrales de abasto del país; que ahuyentó a quienes distribuyen frutas, verduras, hortalizas, abarrotes y cárnicos en mercados y locales pequeños.
  3. Cierres carreteros aplicados por varios municipios para evitar el cruce de personas y disminuir el riesgo de los contagios; lo que ha provocado pérdida de  perecederos, por descomposición.
  4. Inseguridad  y saltos contra el transporte de carga; que junto con los cierres carreteros, limita o detiene el suministro de mercancias.

“Todo esto, junto con la sequía que se vive en varias zonas productoras, provocó cierta escasez, encarecimiento y especulación de precios; sobre todo en productos frescos, que ahora los encuentras muy maduros, descoloridos o duros”, concluyó Cuauhtémoc Rivera./AGENCIAS-PUNTOporPUNTO

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