La emergencia sanitaria por el covid-19 mantiene a la mayoría de los aviones en tierra. El tráfico aéreo en México ha disminuido casi a cero. Pero de repente, un pequeño avión parece desobedecer esa calma. Da vueltas en una de las zonas más violentas del país: el llamado Triángulo de las Bermudas en Guanajuato, donde opera José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, líder del cártel de Santa Rosa de Lima.
- Es una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana. Pareciera que las autoridades aprovecharon la calma de la contingencia, el vacío de las calles y la inactividad para cazar al rey del robo de combustible. Pero no.
- Funcionarios consultados por MILENIO confirmaron que solo se trata de un dron que habitualmente supervisa la zona, pero que alguien ha cometido un error: olvidó apagar el transponder, el dispositivo con el que es posible rastrearlo y ahora es visible para cualquiera.
- MILENIO confirmó que estos drones, que no son como los que comúnmente conocemos sino avionetas no tripuladas, son la nueva arma de las corporaciones de seguridad federal y algunas estatales para vigilar a sus enemigos, de manera sutil, casi invisible entre los cielos.
- El Ejército, la Marina, la Policía Federal y el Consejo Nacional de Inteligencia incrementaron el uso de estos equipos desde el año pasado. Son de origen israelí, de la compañía RAFAEL. Las cámaras son estadunidenses, de alta resolución, con capacidad para alcanzar grandes alturas y totalmente silenciosas, que les permiten rastrear a integrantes del crimen organizado sin ser detectados.
Uno de los modelos utilizados por la Secretaría de Marina son los Arcturus T-20, considerado “un avión de rango medio no tripulado, totalmente compuesto con cargas útiles internas y externas. Está equipado con una cámara retráctil montada en un cardán, estabilizada digitalmente, electroóptica e infrarroja que transmite video en tiempo real.
- “Cuenta con un motor de gasolina de cuatro tiempos con inyección de combustible y quema dos libras por hora de vuelo. Es capaz de aterrizar en caminos de tierra, hierba, desierto o grava”.
- Mide tres metros de largo por uno de alto y pesa alrededor de 84 kilogramos. Puede volar a 139 kilómetros por hora hasta por 24 horas continuas y alcanza las 55 millas de altura.
- Esta aeronave no tripulada se utilizó por primera vez en enero de 2009 por la Marina de Estados Unidos.
- Algunos gobiernos estatales también han comenzado a utilizarlos, aunque a diferencia de los israelitas de las fuerzas armadas, en este caso los drones son de fabricación mexicana pero las cámaras siguen siendo del gobierno de Estados Unidos, los únicos que cuentan con este tipo de tecnología para equiparlos.
- Por ello, para adquirirlas y usarlas deben contar con un permiso del Departamento de Estado de Estados Unidos, pues son consideradas de uso exclusivo militar, así que deben argumentar muy bien ante el gobierno estadunidense cuáles son los objetivos a seguir y cuentan con seguimiento permanente para que no terminen en manos de los malos.
La potencia y calidad de las cámaras varía. Una de ellas cuenta con súper zoom de 100x, mientras que otras solo tienen una capacidad de 30x, pero incluyen infrarrojo y son utilizadas de noche.
Han sido de gran utilidad para detectar domicilios, casas y ranchos de delincuentes. Dentro de las acciones más importantes ha ayudado a desarticular bandas de secuestradores al identificar la entrega de las víctimas y así pudieron seguir a los raptores, además de que son usados para mantener la vigilancia en los ductos de Pemex.
En uno de los videos a los que MILENIO tuvo acceso, se percibe cómo este dron detecta a integrantes de un grupo delictivo dedicado al robo de combustible y mantiene vigilados cada uno de sus movimientos durante varios minutos, sin que lo sospechen.
Dan aviso a una unidad de la Secretaría de la Marina que arriba para detenerlos, pero al verse acorralados, a bordo de una camioneta, se adentran entre un montón de árboles y se lanzan con el vehículo a un río. Salen nadando, se esconden entre los arbustos y creen estar a salvo, pero el dron no les ha perdido el rastro, así que son interceptados por los marinos. Uno de los delincuentes fallece en el fuego cruzado y les decomisan armas y droga.
Estas aeronaves tienen un valor aproximado de 100 millones de pesos, por lo que algunos estados han optado por rentarlas a empresas mexicanas que incursionan en este tipo de tecnología, también con autorizaciones estadounidenses y con contratos de confidencialidad.
Los convenios de renta cuentan con garantía y una carta compromiso de extrema secrecía. El servicio es por hora y si llega a existir alguna falla o la caída del equipo, la fábrica lo reemplaza. En el caso de los que adquirieron las fuerzas armadas cuando uno de éstos se desploma, no existe reposición ni reparación./MILENIO-PUNTOporPUNTO