El coronavirus arrastrará a la economía mexicana a una contracción –o decrecimiento- inicial de 5.6%, durante el segundo trimestre de 2020, estimó BBVA.
- Señaló que, aun cuando se espera una recuperación de la actividad productiva a finales del año, que aminore el desplome a un promedio de 4.5% en 2020; la caída del PIB podría superar todos los pronósticos.
“Anticipamos una contracción de 4.5% en 2020, con fuerte sesgo a la baja –en revisión-, si el gobierno federal no toma pronto las medidas para evitar el contagio y apoyar a la población más vulnerable”, indicó el grupo financiero.
- El economista en jefe del BBVA México, Carlos Serrano, explicó que ello traerá un desplome de 20% en la industria; y caídas en la inversión, ingresos petroleros, empleos y recursos de las familias.
Advirtió que la recesión mundial es inevitable y será la más fuerte desde la Gran Depresión de 1929; cuyos efectos harán que el consumo baje más que durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
“Se trata de un parón económico y el colapso global en las cadenas de valor –producción de bienes y servicios-”; que en México significará una baja de 30% en las remesas y menos exportaciones, por la eventual contracción económica de EU, dijo.
Frente a tal panorama, Carlos Serrano indicó que el gobierno debe “sobrereaccionar”; y pasar de las medidas de mitigación a la “supresión” del contagio y sus efectos sobre la economía.
“No tomar medidas de distanciamiento social y aislamiento por temor a los impactos económicos, no sólo resultará en un problema de salud pública, sino en afectaciones más severas: a mayor tasa de contagio, mayor el impacto económico total”, alertó.
TRES PROPUESTAS CONTRA EL CORONAVIRUS
Para combatir los daños económicos del Covid-19, BBVA recomienda al gobierno mexicano:
- Cancelar la refinería de Dos Bocas, Tren Maya y aeropuerto de Santa Lucia, que “son inviables” y redirigir los recursos asignados a apuntalar el sistema público de salud y atender a los enfermos por coronavirus.
- Estímulos fiscales a pequeñas y medianas empresas que se comprometan a no despedir personal y mantener su actividad productiva; así como créditos en condiciones preferenciales a través de la banca de desarrollo.
- Olvidar del equilibro fiscal y el superávit primario de las finanzas; y en su lugar usar las líneas de crédito flexible, que México tiene contratadas con el FMI y el Banco Mundial. Ello, para fondear los apoyos, estímulos fiscales y la inversión en equipos, camas, médicos y medicamentos para la población afectada./PUBLIMETRO-PUNTOporPUNTO