El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció que aún cuando México no está en recesión, pues no hay una caída generalizada de todos los sectores productivos, «la economía se encuentra estancada y no muestra señales de una recuperación significativa».
- En su análisis semanal, el CEESP explicó que hay preocupación dado que para la economía persisten los riesgos internos, como la «delicada» situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), y externos, como la epidemia del coronavirus y el impacto que puede tener en la economía global y por ende en la mexicana.
- Relató que, en el caso de Pemex, a pesar de haber recibido 97,100 millones de pesos para fortalecer su situación financiera y mejorar su rentabilidad, el estado de resultados consolidado de la empresa para 2019 reportó una pérdida de 658,100 millones de pesos, equivalente a 34,900 millones de dólares.
Destaca la delicada situación de la empresa más importante del gobierno, donde además hubo un subejercicio del gasto público y falta de inversión en exploración y producción.
Adicionalmente, dijo, la administración cerró la puerta a inversiones privadas, lo que compromete la sostenibilidad de las finanzas públicas a futuro, pues cierra una fuente de inversión —la privada— que podría ayudar significativamente a recuperar el crecimiento.
- Destacó además la caída de la construcción, que en 2019 se contrajo 11.8%, reducción que incluye el debilitamiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción de obras de ingeniería civil, donde se concentra la construcción de infraestructura, que el año pasado se contrajo 6.1%, para acumular seis años consecutivos a la baja.
Por ello, insistió en que la economía no muestra señales de recuperación, pues aún cuando se anticipa un ligero crecimiento de 1.0% para este año, esto no será suficiente para las necesidades del país.
Además, cuestionó la reducción del gasto público a fin de privilegiar los programas sociales emblemáticos del gobierno, debido a que para fomentar el crecimiento es necesario mayor inversión, mantenimiento y creación de infraestructura, tal como lo indican los criterios de política económica.
- Para el CESSP, un elemento de riesgo es el impacto que puede tener en la actividad productiva mundial la propagación del coronavirus, pues los mercados financieros ya reflejan nerviosismo por los efectos de esta enfermedad, que ocasionó que las principales bolsas del mundo reportarán caídas importantes en las últimas semanas.
- Por todo lo anterior, el Centro de Estudios recomendó para crecer un ambiente de certidumbre, medidas claras y acciones eficientes que propicien el entorno idóneo para que empresas y personas se desarrollen de la mejor manera. No hay nada como la confianza en un ambiente tan riesgoso, de nerviosismo y de alta volatilidad global, aclaró./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO