Por Carlos Ramos Padilla
Una cosa es austeridad, otra diferente frenar la corrupción, una más buscar la limpieza administrativa, otra lograr producción con capacitación. Pero muy diferente es estancar a la economía y poner en riesgo la estabilidad. Decidir cortar el flujo de gasolinas pretextando el combate al huachicoleo cuando en verdad se estaban buscando convenios de energéticos con Venezuela que nos se lograron.
Cancelar un proyecto de envergadura como el aeropuerto de Texcoco. Despedir a cientos de burócratas sin cumplir con los ordenamientos de ley. Frenar el abasto de medicamentos o no pagar los sistemas de seguridad prioritarios como para evitar los hackeos en Pemex o en Economía. Pero viendo las cifras frías la realidad espanta.
Veamos, los países del bloque norteamericano con los que mantenemos la mayor sociedad y el acuerdo comercial si crecen, Canadà con un más 2% y Estados Unidos con más 2.3%, Mexico menos 0.1%. Y hay más, Panamá creció un 4.5%, Guatemala, al que le mandamos millones de dólares para que promueven el empleo, creció 3.4%. Honduras màs 3.3%.
El Salvador con un incremento de 2.5% y Costa Rica màs 2.8%. Y sabe usted que es lo notario que tres países vinculados al Foro de São Paulo cayeron, se desplomaron en sus pronósticos y son: Nicaragua, la del guerrillero presidente Daniel Ortega con menos 5.4%, Venezuela, la de Nicolas Maduro con menos 10.0% y como lo mencioné líneas arriba, Mexico con un tropezón de menos o.1%.
Sería interesante escuchar que esto se debe al neoliberalismo porque se viene el malimpacto del coronavirus y las mermas serán mayúsculas según el Banco de Mexico que considera el PIB reducirá de 0.8-1.8% a 0.5-1.5% una cuarta actualización a la baja.
Es preocupante hoy constatar que así como la caída de los índices económicos, así vienen en desplome la confianza y popularidad del presidente. More hasta La Jornada dio nota de ocho con el encabezado “La Economía en 2019, con el Peor Saldo en Diez Años”