América Latina exige justicia por los 43 estudiantes desaparecidos en México

AGENCIAS

Miles de latinoamericanos se unieron hoy con pancartas y consignas a la jornada continental de movilizaciones convocada para exigir justicia por los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos el 26 de septiembre en el sureño estado de Guerrero.

Las marchas, que según las autoridades se desarrollaron de manera pacífica en varios países de Centroamérica y América del Sur, formaron parte de la cuarta jornada de protestas a la que dieron cita desde México una decena de organizaciones civiles.

Las concentraciones realizadas en Argentina, Brasil, El Salvador, Paraguay y Cuba contrastaron con las llevadas a cabo en el país natal de los jóvenes desaparecidos, que derivaron en violentos choques con las Fuerzas de Seguridad.

En Ciudad de México y Chiapas se registraron bloqueos de calles, lanzamiento de cócteles molotov contra policías y la irrupción en un desfile que también conmemoraba el 104 aniversario de la Revolución Mexicana, que se conmemora hoy.

Entre tanto, otros colectivos latinoamericanos también se manifestaron, algunos de ellos en México, como las más de 40 madres de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua que llegaron al país en busca de sus familiares desaparecidos y que se solidarizaron con la situación de los estudiantes portando listones (cintas) negros.

Las mujeres, que recorrerán en 18 días diez estados mexicanos buscando en cárceles, hospitales y albergues a sus familiares desaparecidos, adelantaron a su llegada al país que harán una concentración hoy mismo en solidaridad con los 43 estudiantes.

En El Salvador, unos 1.000 estudiantes y activistas recorrieron las principales calles de la capital con carteles con mensajes como «Vivos se los llevaron, vivos los queremos», «Somos el eco de los 43 silenciados. Fue el Estado», «Ayotzinapa nunca más» y «Justicia».

Los participantes de la marcha, ataviados en su mayoría con vestimentas de color negro, terminaron su recorrido frente a la embajada mexicana en San Salvador, donde pegaron retratos de los 43 estudiantes desaparecidos.

Los jóvenes mexicanos también fueron recordados en Brasil en un acto similar realizado por unas cincuenta personas frente al consulado mexicano en Sao Paulo, en donde se colocaron fotografías de los rostros de los 43 desaparecidos, acompañadas por las banderas nacionales de Brasil y México, al grito de «Justicia, Justicia».

Más al sur del continente, el Senado de Paraguay lamentó hoy la desaparición de los jóvenes y declaró su «profunda preocupación por la espiral de violencia» desatada en México.

Asimismo, manifestó su «profundo sentido de solidaridad» con las familias de los estudiantes y solicitaron «el esclarecimiento de este y otros hechos de criminalidad y violencia».

En Argentina, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), la principal federación estudiantil del país, realizó hoy un acto en las inmediaciones del Obelisco de la capital para sumarse al pedido de justicia.

Allí, con decenas de sillas formaron el número 43, para que la imagen de la convocatoria «circule por toda América», como afirmó a Efe Julián Asiner, presidente de la FUBA.

En el Caribe, varios estudiantes cubanos se sumaron «al reclamo de justicia» del pueblo mexicano y condenaron en un comunicado las manifestaciones de «crimen y tortura».

«Los estudiantes de Cuba, fieles a nuestra historia de solidaridad e internacionalismo, inspirados en el ejemplo de (José) Martí y en las enseñanzas de Fidel (Castro), condenamos enérgicamente la tortura, el crimen, y las desapariciones», afirma el documento publicado en el diario oficial Juventud Rebelde.

Esta fue la cuarta jornada global de movilizaciones para exigir el regreso a casa de los 43 jóvenes, que desaparecieron tras una serie de ataques a tiros presuntamente ordenados por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca.

Seis personas murieron y otras 25 resultaron heridas.

Según la investigación oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerar los cuerpos para no dejar rastros porque supuestamente creyeron que eran miembros del grupo rival Los Rojos.

Los restos hallados son analizados en un laboratorio de Austria para confirmar si se trata de los estudiantes, pero los padres y compañeros de los desaparecidos han dicho que no creerán esa versión hasta que tengan pruebas científicas avaladas por expertos internacionales.

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