«Ganó la Presidencia de la República, pero perdió el partido…», es un refrán que se ha enquistado entre la clase política y se le aplicó por primera vez al PAN cuando Felipe Calderón ganó la primera magistratura del país. Sin embargo, la frase mantiene vigencia y ahora queda al dedillo al Movimiento de Regeneración Nacional, movimiento que no termina de consolidarse y cada vez se encuentra más lejos de convertirse en un partido político de verdad. Hoy está enfrascado en feroces luchas intestinas que lo han llevado a perder más de 20 puntos de simpatías entre los electores, esto de acuerdo a encuestas realizadas luego del triunfo en urnas de López Obrador.
Integrado por un conglomerado de intereses, perfiles y grupos, el primer año de Morena en el poder se ha caracterizado por la lucha de diferentes tribus que buscan el control del partido sin dar y que han generado incluso amagos del propio Presidente AMLO, su fundador, de renunciar a sus filas.
“Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echa a perder, no sólo renunciaría, sino que me gustaría que le cambiaran el nombre, que ya no lo usaran, porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país y no se debe manchar”, advirtió López Obrador a finales de agosto pasado.
- La lucha más cruenta se ha evidenciado por la dirigencia nacional de Morena, donde se realizó un proceso interno lleno de denuncias de irregularidades y de un padrón manipulado. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó la reposición de dicho proceso, que ahora se pretende realizar los primeros meses de este 2020.
- Yeidckol Polevnsky, actual secretaria general en funciones de presidenta de Morena, y Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena y una de las más cercanas a López Obrador, protagonizan la lucha más feroz por ese cargo, lo que al final desgastó de manera importante la imagen de Morena .
“Morena no se ha consolidado como partido, Yeidckol Polevnsky no quiere soltar el poder y mantiene fragmentado al partido; un partido que tiene su antecedente en el PRD y está acostumbrado al tribalismo…”, advierte el polítólogo y doctor en Ciencia Política, José Fernández Santillán.
Pero la lucha no sólo se ha evidenciado entre Polevnsky y Luján, la pugna se ha extendido a otros espacios y protagonistas, como la que se suscitó entre el coordinador de los senadores de Morena y el entonces presidente del Senado, Martí Batres, quien al final perdió ese cargo en una votación al interior de esa bancada, lo que le llevó a acusar al zacatecano de ser “un político faccioso”, fraudulento y sobre todo de ser “un factor de división en Morena”.
“Morena está en un momento difícil de definición política, eso sí lo acepto; si es izquierda, si es social demócrata y si está decidido a convertirse en un partido institucional, orgánico, con disciplina, no lo ha hecho hasta ahora, eso lo acepto, está en un proceso de transición, pero decidí no opinar sobre Morena y no involucrarme en asuntos internos de Morena, porque ya bastantes asuntos tengo yo en el Senado de la República”, establece por su parte Monreal.
- Hace unas semanas, en una entrevista realizada en Madrid publicada en el diario español El País, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder histórico de la izquierda mexicana, sostuvo que no ve a Morena como un partido de izquierda. A la pregunta de si Morena es la izquierda de México, respondió: “No lo veo”, y después añadió que no sabe dónde se ubique ese partido desde el punto de vista ideológico.
- “Hay muchas izquierdas. Es muy difícil decir quién está en la izquierda y quién no. No veo una izquierda organizada en este momento, ni a ningún político importante ubicado en lo que yo llamaría izquierda”, recalcó
Para el politólogo e investigador del Tecnológico de Monterrey, Fernández Santillán, Morena es un partido populista, personalizado en un solo hombre, en referencia a López Obrador, que no tiene futuro como partido pues no tiene una ideología.“No le veo futuro, está muy personalizado, su peor debilidad es que es un partido cachatodo, donde hay de chile y manteca, lo cual no le permite tener una ideología y depende de la voluntad de su líder”, explica./LA CRONICA-PUNTOporPUNTO