El 2019 que recién terminó fue un año fatídico para niñas, niños y adolescentes: lo mismo migrantes -en su mayoría centroamericanos- que mexicanos, por igual, sufrieron los estragos del endurecimiento en las políticas migratorias tanto del gobierno de Donald Trump como del presidente AMLO, pero también de la inseguridad y el crimen organizado que cobró la vida de casi dos mil infantes que cayeron asesinados, secuestrados, torturados o muchas veces violadas, en el caso de las niñas.
- La vulnerabilidad y peligros que viven los niños en México no distingue nacionalidades, y prueba de ello es el caso emblemático de una niña discapacitada de 9 años de origen centroamericano, que mientras esperaba en Tijuana su audiencia en un juzgado de Estados Unidos para tramitar su asilo en ese país, fue secuestrada junto con su madre por miembros del crimen organizado, quienes las violaron de manera repetida durante un periodo de dos semanas, según un informe de Human Right First en diciembre pasado./LA CRÓNICA