AGENCIAS
La Secretaría de Salud estatal reforzó las acciones de atención médica, promoción de la salud y vigilancia epidemiológica, sanitaria y entomológica para identificar riesgos y controlar la transmisión del virus del chikungunya.
El titular de la dependencia, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, explicó al Consejo Estatal de Salud que de los 14 casos autóctonos de chikungunya registrados en el estado, cinco se reportaron en Suchiate y Arriaga, uno en cada una de las poblaciones de Tapachula, Metapa de Domínguez, Tonalá y Frontera Hidalgo.
Detalló que los 14 casos se presentaron, principalmente, en la región Istmo-Costa, debido a que los migrantes pernoctan en los municipios de Arraiga y Tapachula, en su paso por el estado.
El funcionario presentó los lineamientos del manejo del virus, ante los representantes de las dependencias, instituciones y autoridades de los tres órdenes de gobierno, a fin de fortalecer las acciones de prevención y control de esta enfermedad.
Resaltó que el gobierno del estado se ha alineado a la normatividad de la Organización Mundial y Panamericana de la Salud, para desplegar una serie de acciones enfocadas a retener el contagio del virus del chikungunya en Chiapas.
En la reunión de trabajo con el sector salud, Ruiz Hernández destacó el desarrollo de una intervención de respuesta inmediata, para el control del dengue y la prevención de la fiebre de chikungunya, con la instalación de módulos de atención médica.
Indicó que el objetivo es identificar, diagnosticar, dar tratamiento y seguimiento de casos, así como vigilancia epidemiológica para la toma de muestras, búsqueda casa por casa, cercos epidemiológicos, control del vector y la vigilancia sanitaria con el saneamiento básico.
Asimismo, agregó, se realizan acciones de promoción de la salud en escuelas, edificios públicos, albergues a migrantes, áreas recreativas y viviendas; además de actividades para el control integral del vector como la abatizacion, nebulización espacial y rociado intradomiciliario.
Recalcó que la chikungunya sólo se transmite una vez en la persona, a través de los vectores Aedes aegypti y Aedes albopictus, provocando dolor muscular, articular y de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas, éstas últimas aparecen entre cuatro u ocho días posteriores a la picadura.