El gobierno de México concedió asilo político al ya expresidente de Bolivia Evo Morales por considerar que en su país su vida está en riesgo.
Es una decisión que no se había tomado en décadas y que, según especialistas, representa un parteaguas en el camino que la diplomacia mexicana había tomado en los últimos años.
Durante casi todo el siglo pasado, México tuvo una activa política de asilo. Pero la tradición pareció perderse a partir de los años 90, cuando se modificó la forma de mediar en los asuntos de la región.
El enfoque de solidaridad y refugio se hizo a un lado, recuerdan analistas como Rodrigo Salazar Elena, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
- «Desde 1994, o tal vez desde antes, la política exterior empezó a girar alrededor del comercio, comenzó a tomar ese giro», le dice Salazar a BBC Mundo.
- La relación con el resto de Latinoamérica pasó a segundo término. Ahora ese modelo está cambiando».
- Pero ¿por qué cambia ahora y precisamente con Evo Morales?
Vieja historia
La tradición de asilo en México proviene desde 1853 cuando se firmó un acuerdo con el gobierno de Colombia para no extraditar a perseguidos políticos.
Desde entonces el país recibió a personajes como Giuseppe Garibaldi, héroe de la liberación de Italia, o León Trotsky, uno de los principales impulsores de la Revolución Rusa.
¿Por qué asilar a Evo?
El siguiente caso de asilo a un prominente personaje político ha sido el de Evo Morales.
- El canciller Marcelo Ebrard aseguró que la decisión es parte de la diplomacia del actual gobierno. «Nuestra tradición ha sido siempre por la protección de los perseguidos políticos», dijo.
- «Es uno de los timbres de orgullo de la política exterior de México y la vamos a mantener contra viento y marea», precisó.
- Para algunos, el asilo a Morales equivale a un punto de inflexión en el comportamiento diplomático de México en las últimas décadas.
- «Es un acto de soberanía, una ratificación de la independencia en la política exterior de México», le dice a BBC Mundo John Ackerman, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- Otros como el analista político Salvador García Soto ven incluso un viraje en el comportamiento del país hacia el resto del mundo.
¿Un problema de política exterior?
En la polémica algunos advirtieron que el gobierno del presidente López Obrador asume un riesgo al conceder el asilo a Evo Morales.
- Por ejemplo, dice García Soto, la determinación puede generar controversia con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aplaudió la renuncia de Morales ante las presiones del ejército.
- Algo difícil que suceda, dice el investigador Ackerman. «No tiene por qué causar problemas, las decisiones de política exterior se toman en México».BBCMUNDO-PUNTOporPUNTO