El temor de una mujer de la tercera edad al ver a una jauría devorar carne a escasos metros de su casa llevó a un adiestrador de perros a realizar el hallazgo de diferentes restos humanos en un terreno, en Álvaro Obregón.
Todo inició desde la noche del martes pasado, cuando una mujer de 72 años identificada como Sofía “N” escuchó ruidos a un costado de su casa, ubicada sobre la calle Cerrada de Granjas, en la colonia Santa Rosa Xochiac, por lo que decidió salir a revisar qué era lo que sucedía.
- De acuerdo con lo asentado en la carpeta de investigación CIFAO/AO-4/UI-1 S/D/24655/112019, Sofía “N” observó en un terreno aledaño, a escasos metros de su casa, a nueve perros que arrancaban pedazos de carne, pero regresó a su casa. Extrañada y temerosa, el miércoles por la tarde, Sofía pidió a una de sus conocidas que si podía revisar lo que había en esa zona, pues había visto a diferentes perros presuntamente comiendo carne.
A su vez, la mujer pidió a su novio, un adiestrador de perros identificado como Carlos “N”, que se acercara al lugar, y cerca de las 17:45.horas del miércoles confirmó que lo que comían los perros eran restos humanos; una mandíbula con dentadura, además de un fragmento de carne con un fémur. A las 20:10 horas, Carlos arribó a la coordinación territorial del Ministerio Público Álvaro Obregón-4 y ahí regresó acompañado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes constataron los hechos./EL UNIVERSAL
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