La primera, investigación de las riquezas de los dirigentes sindicales, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera de Santiago Nieto.
La segunda, otorgando la toma de nota a los disidentes de los sindicatos históricos priístas por parte de la Secretaría del Trabajo, que encabeza Luisa María Alcalde.
El primer golpe fue al petrolero Carlos Romero Deschamps y el segundo al ferrocarrilero Víctor Flores. Luego vino el desmarque del líder de los burócratas, Joel Ayala.
Pero ya están en la mira otros líderes charros del sindicalismo mexicano. Apunte al telefonista Francisco Hernández Juárez y al electricista Víctor Fuentes del Villar.
- En esa misma tesitura, el dirigente del sindicato del Infonavit, Rafael Riva Palacio y los secretarios generales de los gremios del ISSSTE, Luis Miguel Victoria, y del IMSS, Arturo Olivares.
- Por el momento, a los institucionales como Carlos Aceves del Olmo de la CTM, Isaías González de la CROC y Rodolfo González de la CROM no los van a tocar. Ellos se van a disciplinar.
- Fuentes bancarias y sindicalistas estiman que los gremios del gobierno y de las empresas en México tienen ingresos anuales multimillonarios, que ahora la 4T empezó a indagar.
- Se calcula que bajita la mano por cuotas, venta de servicios y plazas, arrendamiento y venta de inmuebles y demás negocios relacionados, el festín llega a los 3 mil millones de dólares al año.
- Sí, leyó bien, casi 60 mil millones de pesos que no son reportados al SAT, de Margarita Ríos-Farjat, porque los sindicatos no pagan impuestos y no entregan cuentas ni a sus agremiados.
El orquestador de la estrategia entre la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Hacienda, de Arturo Herrera, es el abogado de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra.
El Consejero Jurídico pidió a Nieto cotejar los ingresos de cada dirigente sindical contra sus gastos y están corroborando que sí y que no corresponde a los primeros. Un trabajo microscópico.
Hay, por ejemplo, un dirigente sindical que dice ganar 20 mil pesos al mes, pero tiene a su nombre y al de sus familiares una docena de bienes inmuebles.
Además, cuantiosos gastos en tarjeta de crédito en “giras” nacionales e internacionales a nombre del sindicato. Y así por el estilo muchos expedientes que están siendo indagados.
Se sabe también que hay comités ejecutivos de estos sindicatos que tienen un grupo de 10, 20 y hasta 30 tarjetas de crédito que se usan y se financian y pagan con los recursos de las cuotas sindicales.
Amén de fondearse con cuotas de trabajadores, desvían dinero que reciben de empresas, gobiernos estatales y dependencias públicas. En el gobierno de Enrique Peña, esto fue deporte nacional.
- El problema de Hacienda y la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, es que no tienen suficientes dientes para controlar los recursos millonarios que manejan los sindicatos.
- Ahí está el caso de Napoleón Gómez Urrutia, hoy orgulloso senador por Morena, y su manejo discrecional de los fideicomisos donde 55 millones de dólares desaparecieron./EL FINANCIERO-PUNTOporPUNTO