Congresistas de Estados Unidos e incluso medios de ese país presionan al Gobierno de Donald Trump para que modifique el estatus legal de las organizaciones criminales en México para poder ordenar operaciones militares en suelo mexicano, como las que se desarrollan contra terroristas en Siria, Irak, Afganistán y otros países, sobre todo de Oriente Medio y Asia Menor. Esto, a partir de la masacre de dos familias mormonas entre Chihuahua y Sinaloa, donde tres mujeres y seis niños murieron.
- A finales de octubre, el Pentágono difundió videos y fotografías del ataque de las fuerzas de élite estadounidenses contra el líder del Estado Islámico (ISIS), Abubaker al Bagdadi, que terminó con la muerte del terrorista inmolándose con explosivos. Los videos, grabados con un dron, muestran a un grupo de una decena de soldados aproximándose a una fortaleza donde se escondía el objetivo, en la región siria de Idlib. También hay imágenes de los ataques aéreos llevados a cabo con aviones F-15 y drones que volaron el edificio una vez los soldados lo abandonaron.
- Eso es lo que quieren congresistas republicanos en México. Respaldan la idea del Presidente Donald Trump de apoyar con militares y armamento a México e ir más lejos: emprender una “guerra” en suelo mexicano, ofrecimiento que fue rechazado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
- En una entrevista con Fox News, el Senador estadounidense Tom Cotton dijo: “Si el Gobierno mexicano no puede proteger a los ciudadanos estadounidenses en México, en Estados Unidos tal vez tengamos que tomar las cosas en nuestras manos”. Para el legislador por Arkansas, la estrategia del Presidente López Obrador “tal vez funcione en un cuento de hadas para niños”. Agregó que “lo único que puede contrarrestar las balas son más balas, y más grandes”. Por su parte, el Senador republicano Lindsey Graham señaló que propondrá una reforma de ley para calificar a los cárteles mexicanos “Organizaciones Terroristas Extranjeras”.
El Ejército de Estados Unidos opera, justificado en ese estatus, en varios países del mundo. No tiene que consultar con autoridades locales cuando realiza ataques que considera de “legítima defensa” porque están justificados en su propia legislación como ataques “preventivos”.
“Estoy haciendo que mi equipo verifique si los cárteles mexicanos son o no organizaciones terroristas dentro de los límites de la ley estadounidense. Si no lo son, me gustaría hacer que lo sean”, dijo Lindsey Graham. En un sentido similar, David Glawe, Subsecretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, expresó ante el Senado de su país: “La violencia y el desprecio por la vida humana que muestran estas organizaciones criminales es tan brutal y espantosa como cualquier organización terrorista que vemos en todo el mundo”.
- El congresista republicano por Texas Chip Roy escribió en The Hill, medio de enorme penetración con sede en Washington: “Decapitaciones en cámara. Seres humanos disueltos en ácido sulfúrico. Cuerpos cortados en pedazos y esparcidos por la carretera. Gente inocente dejada por muerta en la calle. No estoy describiendo ISIS o al-Qaeda, sino lo que está sucediendo en muchas partes de nuestra frontera compartida con México mientras los cárteles de la droga luchan con varios gobiernos mexicanos por el control operativo. La influencia cada vez mayor de los cárteles de la droga es una realidad constante, con episodios casi diarios que nos recuerdan que utilizarán todos los medios necesarios para ganar poder. Estados Unidos no puede darse el lujo de hacer la vista gorda”.
Culiacán no es un incidente aislado, sostiene el congresista texano. “En agosto, los miembros del cártel bloquearon todas las salidas a un bar en Coatzacoalcos y le prendieron fuego, matando a 26 personas e hiriendo a una docena más. Hace dos semanas, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos criminales organizados más poderosos de México, mataron a tiros a 13 policías mexicanos a sangre fría por supuestamente proteger a una pandilla rival. Hombres armados acaban de matar a nueve ciudadanos estadounidenses: tres mujeres y seis niños, incluidos bebés gemelos de seis meses”.
“Podríamos hablar sobre los nueve cuerpos que las autoridades mexicanas encontraron colgando de un puente en agosto y los otros siete cuerpos que encontraron cortados en pedazos en una zanja cercana. Podríamos hablar sobre el ex Fiscal General del estado mexicano de Nayarit, quien admitió haber conspirado con un cártel de drogas que opera en su estado natal para contrabandear miles de kilogramos de narcóticos a los Estados Unidos. Podríamos hablar, o podríamos hacer algo activamente para abordar la guerra en curso a través de nuestra frontera”, sostiene./SIN EMBARGO-PUNTOporPUNTO